EL FIN DEL IMPERIO: nuevas ideas, nueva saga, mismo Scalzi.

Decir John Scalzi se ha convertido en sinónimo de definir un estilo dentro de la ciencia ficción que augura escritura ligera, diálogos divertidos e ideas originales. A lo largo de autoconclusivos como Redshirts, El sueño del androide o El agente de las estrellas, o su saga de La Vieja Guardia, nos ha demostrado que el humor no está reñido con las buenas aventuras espaciales y aquí en Generación Friki somos muy fans de todo lo que publica este hombre.

Así que, en vez de analizar Mundo Anillo, como era mi intención, mis ojos van una y otra vez hacia El Fin del Imperio (2017), el primero de una saga llamada La Interdependencia que, en principio durará 3 libros y que parte de la existencia de un campo extradimensional llamado el Flujo y que puede transportar a las naves de unos planetas a otros a velocidades mayores a las de la luz (¿Nos suena de algo?). Un zas en toda la boca a la física que había regido nuestro mundo y que permitió a la humanidad la colonización de planetas en otros sistemas solares. No es una idea nueva, pero somos los suficientemente mayorcitos como para asumir que ya no es el qué, sino el cómo lo cuentas.

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Y siguiendo con la sinopsis de esta space opera, de repente, un terrible descubrimiento amenaza con destruir este equilibrio: el Flujo no es constante, su rumbo puede cambiar igual que lo hace el curso de un río, amenazando con aislar a planetas para siempre. Un sinfín de problemas se le vienen encima a la nueva emperox de la Interdependencia, Grayland II para todos, Cardenia para los amigos, cuando es consciente de que no todos lucharán para salvar el imperio, sino que los intereses políticos y económicos, unidos a demasiados secretos y unos cuantos asesinatos, sólo serán el comienzo de un reinado movidito. Llega la hora de hacer aliados y demostrar que, aunque no nació para ser emperox, va a dar muchos quebraderos de cabeza a sus enemigos.

Lo genial de John Scalzi es que sus tramas siempre tienen muchos giros argumentales. No eran historias excepcionalmente enrevesadas, exceptuando quizás a La Humanidad Dividida y El Final de Todas las Cosas, donde ponía todo su talento en hacer que los acontecimientos estuvieran ligados de manera brillante, pero sí que eran libros con una catarsis final que hacía que terminaras de leer con la sensación de que, desde luego, es un autor que sabe cerrar sus novelas. Con El Fin del Imperio vuelve a las intrigas políticas de manera magistral, dando una vuelta de tuerca a todo aquello a lo que ya estábamos acostumbrados, y haciendo que tengamos que estar muy atentos a hechos aparentemente sin importancia.

Personajes campechanos y desestabilizantes.

Y aunque para los amantes de la prosa de John Scalzi nunca hay páginas suficientes para satisfacernos, es notable que consiga en sus 328 páginas de rústica con solapas (todo dentro de su grosor habitual) crear personajes tan sólidos y relaciones tan personales, de manera que seamos capaces de crear nuestros propios vínculos afectivos con personajes como Lady Kiva, de la Casa de Lagos, o con Lord Ghreni o Lady Nadashe de la Casa de Nohamapetan. Un número suficiente de piezas en el tablero como para que las tramas se multipliquen y la sensación de que el suspense, la acción y los complots con resultados letales van a estar a la orden del día, como efectivamente sucede. Más que nunca, con El Fin del Imperio estamos ante un libro político donde las maquinaciones nos sonarán tremendamente cercanas y, a veces, inevitables, ante la amenaza de guerras interestelares.

Ello provoca que la inteligencia y el poder acaban siendo herramientas de las que el autor dota a sus personajes para que puedan actuar en consecuencia. No es fácil querer montarte un Juego de Tronos con libros tan breves, y menos aún si pretendes que tus personajes sigan dando juego y les dé tiempo a desestabilizar un Imperio. Si le das otra puntada al zurcido a tus personajes para hacerlos más histriónicos, los resultados son enfrentamientos verbales memorables.

Ironía, sarcasmo, ingenio…marcas de la casa.

Aunque es fácil achacarle a Scalzi que la personalidad de casi todos sus personajes suele ser parecida (todos son carismáticos, todos de brillantes respuestas, todos sarcásticos en mayor o menor medida), afortunadamente en El Fin del Imperio se desliga de esta crítica para ofrecer personajes que, sí, son todo eso, pero también son algo más. Son personajes muy reales, con pensamientos y sentimientos profundos, grises, adecuados a sus problemas y, lo mejor de todo, que mutan y evolucionan.

Lo que nos queda finalmente es un libro que deja claro que no es autoconclusivo por mucho que sí, puedas leerlo y no atacar la segunda parte. Tiene un final abierto y se nota en que sabe que es una parte de un todo más grande. Posee entretenidas tramas políticas y palaciegas, personajes a los que cogeremos cariño y con las adecuadas dosis de física, bien repartidas en explicaciones breves que no se nos harán pesadas, como para que sintamos que estamos leyendo y entendiendo, no sólo dejándonos guiar como borregos, cosa que, dado el ritmo frenético al que nos tiene acostumbrado Scalzi, que siempre va al grano, podría haber causado un problema en lo que a entender sus explicaciones científicas se refiere.

Un libro continuista con el estilo y tono general de John Scalzi, una saga que promete mucho con un primer tomo muy apasionante y unos personajes que nos harán reír.

Pues eso, la típica narrativa absorbente de este prolífico autor que, esta vez, no nos deja muchas reflexiones sesudas sobre las que cuestionarnos la vida, el universo y todo lo demás, como no sea que el poder corrompe, que los ricos siempre quieren ser más ricos y que a los científicos sólo suele interesarles la ciencia, y encima la suya, por encima de todo lo demás. Y para bien o para mal, ese “por encima de todo lo demás” es lo que hace que sintamos las guerras y conflictos que nos plantea la novela como algo amenazantemente cercano y conocido.

8.6

NOTA

8.6/10

Destaca en:

  • Trama que, en su sencillez, consigue hacer compleja e interesante.
  • Personajes más carismáticos y divertidos que nunca.
  • Mezcla acción, ciencia, política y realeza de manera magistral.
  • Encantará a aquellos que buscan “más de John Scalzi”.

Podría mejorar:

  • Su estilo narrativo es igual al de la saga de La Vieja Guardia, pudiendo hasta confundir sus universos.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. Como novelista ha publicado La Ciudad que Olvidamos (2024) y está centrada en la publicación de nuevos títulos. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II.

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