LA HUMANIDAD DIVIDIDA: usemos la diplomacia…por la fuerza.

Llega un momento en el que leer las novelas de John Scalzi se ha convertido en un ritual. Aquellos que seguimos su saga de La Vieja Guardia y buscamos qué más leer nos topamos con libros autoconclusivos como Redshirts o El sueño del androide y cruzábamos los dedos esperando que sus siguientes libros mantuvieran la calidad. La humanidad dividida (2012), el libro que hoy nos ocupa, nos pilló un poco de sorpresa. Por una parte, porque parecía una nueva saga, pero por otra porque, de primeras, aumentaba el universo creado con La Vieja Guardia.

A este respecto, La humanidad dividida continúa con la incógnita que a todos nos surgió cuando leímos La historia de Zöe o La colonia perdida (recordemos que son “el mismo libro”, pero visto desde puntos de vista diferentes), ¿qué ocurre ahora que la Tierra ha abierto los ojos?

Un planteamiento distinto.

No es que esta novela pretenda contestar directamente a estas preguntas. De primeras porque no sigue las aventuras de John Perry, sino que sigue a su amigo y también miembro de las FDC Harry Wilson, quien, como experto en tecnología y enlace entre humanos y alienígenas, viaja con la nave diplomática Clarke viviendo aventuras varias. Durante una de ellas, se verá inmerso en los conflictos que implican tanto a la Tierra como a la Unión Colonial, siendo necesarias tanto sus habilidades para la supervivencia como su ingenio natural. Es decir, amplia el universo creado usando como recurso el uso de otro personaje como protagonista que ya aparecía en otras novelas de la misma saga.

Espero no haber sido demasiado críptica con esta descripción de la nueva novela de John Scalzi. Nuestra política de no hacer spoilers siempre pasa factura cuando hablamos de secuelas y, aunque La humanidad dividida pretende cambiar un poco de tercio con respecto a lo que leímos en los anteriores 4 libros (dentro de poco tocará analizar la fantástica El final de todas las cosas) porque muestra cómo están las cosas en el día a día para aquellos humanos que simplemente trabajan dentro de la Unión Colonial y las FDC y, en el caso concreto del teniente Harry Wilson, lo complicadas que son las relaciones diplomáticas con los extraterrestres.

Conspiraciones diplomáticas bajo el marco del humor

En términos generales, John Scalzi mantiene el tono de sus anteriores libros al mostrar una novela llena de humor, ironía, diálogos ocurrentes y situaciones disparatadas en las que la humanidad sale adelante gracias a su ingenio y a sus apuestas por las decisiones algo locas.

Esto es algo que nos encantaba en sus primeros libros y que está claro que el autor disfruta desarrollando en cuanto tiene ocasión. La parte positiva es que siempre tendremos más de lo que nos gusta, la negativa es que da la sensación que las personalidades de los personajes (cínicos, irónicos, socarrones, agudos de ingenio) se repiten constantemente, habiendo poca variedad entre unos y otros. No son exactamente arquetipos, ni llegan a ser Mary Sue, pero no cabe duda que la intención del autor es que todos los personajes, empezando por Harry Wilson, nos caigan bien.

Esta repetición se vive también en el tono general del libro. No sólo respecto al humor, sino en las interacciones entre los personajes. Yo siempre he considerado un don el hecho de que John Scalzi tuviera ideas tan ocurrentes y las desarrollara con tanta gracia, pero siempre habrá el que desee diferenciar a un personaje de otro impregnándoles de personalidades más diferentes entre sí.

#JohnScalzi nos muestra con #LaHumanidadDividida otra obra maestra: conspiraciones diplomáticas en un marco lleno de humor. Clic para tuitear

Respecto a la historia, sólo tengo que decir que John Scalzi “lo ha vuelto a hacer”. Su historia, llena esta vez de pequeñas micro-historias relacionadas entre sí (aclarar que los capítulos pueden leerse de forma independiente entre sí porque fueron publicados como 13 “relatos individuales”, aunque yo no lo recomiendo), es intachable a todos los niveles: engancha, entretiene, es original, tiene sentido y, lo que apreciamos aquellos que gustamos de la ciencia ficción, incluye apartados para nosotros.

Es verdad que estas novelas nunca han sido el sancta sanctorum de la ciencia ficción y, sin embargo, siempre han incluido aspectos muy interesantes al respecto. Cuando analice la saga de La Interdependencia lo podréis ver con más claridad, pero, no obstante, La humanidad dividida comienza proponiendo unos aspectos sobre las inteligencias artificiales, la nanotecnología y la transmisión de las conciencias que no son nada desdeñables y con los que seguro que disfrutaréis especulando y que tienen su apogeo en el siguiente libro, El final de todas las cosas.

Lo que ocurre cuando intentas la paz y no la guerra.

Por último, destacar un tema que parece que a John Scalzi le preocupa sobremanera que son los aspectos políticos de todo problema que se plantea. Puede que no nos hayamos dado cuenta, pero tanto este como sus anteriores libros tienen una carga política enorme para lo que es esta saga: novelas ligeras de aventuras con toques de ciencia ficción. Estamos acostumbrados a mirarnos el propio ombligo y la creación de un personaje integrado dentro de un organismo que básicamente pretende solucionar los problemas mediante la diplomacia puede chocarnos bastante.

Así pues, La humanidad dividida, el 5º libro de la saga La vieja guardia, continúa con gracia y originalidad la hecatombe con la que terminó el 4º libro, sin darnos la sensación de que sea necesario leer los anteriores libros para entender la historia. Cierto que es un poco “más de lo mismo”, pero cuando lo que tenemos es divertido e interesante, ¿por qué no darle una oportunidad?

La humanidad dividida

8.4

NOTA GLOBAL

8.4/10

Destaca en:

  • Divertido, original y bien escrito.
  • Personajes interesantes y carismáticos.
  • Conflictos y tramas interesantes.
  • Aporta al universo de La vieja guardia.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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