No, Muerte en Macedonia (A murder in Macedon 1997, Editorial Emecé 1999) no es el nombre de una novela de Agatha Christie, aunque el título suene casi oportunista. Tampoco Anna Apostolou es el nombre verdadero de la autora, sino que detrás se esconde el conocido escritor Paul Doherty quien, con su estilo y calidad irregular (y su manía de usar pseudónimos), comienza con esta primera novela su andadura por la historia de Alejandro Magno. Centrada en la vida de este personaje, dos años más tarde, escribió Muerte en Tebas y, quizás porque lo de llamarse Anna no le estaba resultando, volvió a usar su nombre verdadero y escribió entre 2001 y 2003 Alejandro Magno en la casa de la muerte, El Ateo y Las puertas del infierno. ¿A que ahora os suena más todo?
Pues Muerte en Macedonia se nota que es su primera novela sobre Alejandro Magno. No sólo por el estilo literario, que está menos pulido, sino por lo confuso que se siente todo lo que tiene que ver con el contexto histórico. Para una persona como yo, que he leído la muerte de Filipo II de Macedonia de docenas de formas diferentes, no deja de ser sorprendente lo poco que he conseguido ir siguiendo la trama tal y como la describe Doherty. ¿Sucederá lo mismo con los profanos?
Tal y como reza en la portada del libro, Muerte en Macedonia trata sobre el misterioso asesinato del padre de Alejandro Magno. La Historia nos cuenta que Filipo murió apuñalado por su amante Pausanias, miembro de su guardia personal, cuando el monarca se disponía a entrar en un anfiteatro con motivo de una muy señalada celebración. El rey murió en el acto, su asesino fue abatido mientras intentaba huir y la Historia ha invertido mucho tiempo y recursos en responder a la pregunta: ¿quién ordenó la muerte de Filipo?
A Paul Doherty le encantan los misterios por resolver.
Porque una cosa es quién empuñó el arma y otra muy distinta quién estaba detrás de esa orden. Es comprensible el interés que esta duda ha suscitado a lo largo de los siglos y las numerosas hipótesis que ha generado y que involucraban a los montones de sospechosos que, al más puro estilo de novela de ficción, podía desear la muerte de Filipo.
Y precisamente, por tener tantos símiles con las novelas policíacas, es comprensible que Paul Doherty, con su pseudónimo de Anna Apostolou, quisiera salir de su zona de confort de novelas de misterio ambientadas en la Edad Media y se lanzara a intentar resolver esta pregunta mediante la ficción. Para mí, que sólo exijo de la Historia el lógico rigor histórico, mi objetivo al leer este libro era responderme a mí misma otra pregunta: ¿Doherty va a contarme una fantasía de thriller policíaco en el s. IV A.C o va a usar la novela para ofrecer su propia opinión o teoría sobre los hechos?
🐎 ¿Leemos un libro sobre Bucéfalo, el caballo de Alejandro Magno? 🐎 |
Es una pregunta complicada de responder. Por un lado, Muerte en Macedonia está plagada de detalles (anécdotas, costumbres) de la vida cotidiana de los macedonios que el lector, con seguridad, dará por válidos. Algunos son fáciles de comprobar, otros nos importarán lo suficientemente poco como para pasar por encima de ellos, pero otros suscitarán en el lector la duda de si efectivamente eran así y costará encontrar la respuesta correcta.
Por otro lado, el autor impregna a la novela de misterio de un estilo muy concreto al proporcionar carácter y personalidad a los protagonistas. Cuando esta definición de los personajes históricos se aleja tanto de las fuentes principales que la Historia nos ha proporcionado, todo este castillo de naipes creado para el libro se tambalea. No resulta creíble cómo hablan, interactúan, toman decisiones y, en definitiva, se salen del rol que conocemos. Nos hace acudir una y otra vez al pensamiento aquel “Alejandro no habría hecho o dicho esto o aquello”.
Precisamente por esto, para evitar malentendidos, poder disfrutar de la novela y tomarla como una obra de ficción en su totalidad, el gran recurso que utiliza Doherty es inventar a dos personajes, los hermanos Miriam y Simeón (protagonistas también de la secuela Muerte en Tebas) y convertirles en los detectives encargados del caso. Dos judíos acogidos en la corte de Filipo, amigos tanto del padre como del hijo y, en principio, imparciales.
Miriam se mueve por los distintos escenarios macedonios con una naturalidad imposible para una mujer en esa época. Sin poder, apellido, fortuna, habilidades, posición, marido o dios que la pudiera avalar en el Mundo Clásico (y ni aun así, que seguía siendo una mujer), Miriam investiga, por orden de Alejandro, la muerte del rey.
Existen muchos sospechosos de querer asesinar a Filipo II de Macedonia: sus familiares Los Licestros, su ex esposa Olimpia, su hijo Alejandro, su rival Demóstenes de Atenas, el imperio persona, con Dario IV a la cabeza, muchos miembros de la nobleza macedonia, así como enemigos vencidos de Grecia.
Y, como decía al principio, la investigación es bastante confusa. No queda claro qué podría ser ficción y qué Historia y no consigue que empaticemos ni con los personajes ni con sus problemas. La temible reina Olimpia es descafeinada, el poderoso adivino Aristandro es un caniche y un pelele, Alejandro parece un niño enrabietado. Sólo su hermano retrasado Arrideo ofrece una imagen bastante plausible con lo que uno espera encontrar.
📙📘📕 Trilogía Alexandros,de Valerio Massimo Manfredi |
La novela pues se hace densa y soporífera en muchas partes de la historia. Las más insospechadas, los diálogos, se sienten vacíos y sin interés. Es una lástima pues Muerte en Macedonia comenzaba con mucha fuerza; con una escena en Persépolis con Dario IV como protagonista que oscila entre la elegancia y la crueldad, entre el misterio y el morbo. De la misma manera, el final de la novela, con la detective-Miriam hablando con el cliente-Alejandro es interesante y, de forma curiosa, parece ligar a la perfección todo lo que ha ido pasando en la novela, como si de un Poirot se tratara dando la resolución del caso. Y sí, Paul Doherty pone la guinda del pastel ofreciendo su propia hipótesis (ya no sé si de ficción o real) y cerrando la historia de manera gratificante.
¿Una novela interesante? Si no tienes más lectura a mano. ¿Un buen misterio a resolver? Montonero, no es el mejor del autor. ¿Un libro disfrutable por lo riguroso? Sólo si dejas la verdadera Historia aparte. ¿Aprenderemos algo de Historia? Este no es tu libro.
Muerte en Macedonia
Destaca en:
- Un comienzo y un final satisfactorios.
- Un enfoque de la Historia diferente, centrado en la resolución de uno de los asesinatos más famosos de la Historia.
Podría mejorar:
- El cambio de personalidad en los personajes históricos perjudica a la novela y le resta credibilidad.
- La parte de la investigación a menudo se siente confusa y aburrida.
- Da bastante rabia cuando los autores cambian detalles históricos en pro de sus intereses.