Casi me sentí decepcionada cuando empezó a desfilar tanta belleza por la alfombra roja de los Oscars 2015 y vi que había demasiada elegancia y glamour en las actrices. Se ve que ninguna de ellas quería acaparar las burlas mordaces de los comentaristas como yo, y decidió optar por la discreción. Por supuesto, sólo tenía que esperar la llegada de alguna como Jennifer López (¿en serio presentó ella el Oscar a Mejor Vestuario? ¿ella?) para que sus escotes dijeran “aquí estoy yo”, pero quitando burlas inocentes en el twitter (@generacionfreak) decidí pasar por alto el tema todo lo que pudiera; al fin y al cabo, lo mío era centrarme en las películas. Al final del artículo tenéis todas las ganadoras.
Y este año era fácil de acertar mi quiniela; sólo tenía que pensar en mis favoritas y desecharlas, y centrarme en los dramones, las historias basadas en hechos reales y, como ya dije el año pasado, en denuncias. Y si puede ser sobre negros, mejor. La Academia, en ese sentido, no sabe innovar.
De hecho, podría resumir la insulsa Gala en un hecho: negros cantando. No tengo nada en contra de los negros, lógico, pero sí en contra de los tópicos. Negros cantando hip-hop. Sólo les faltaba quitarse los trajes y enseñar los oros. Todo desde luego con el toque emotivo que hace que blancos y negros se emocionen y lloren (lo cual también es lógico, porque es emotivo) pero que se les vea llorando, que para algo va a verlo todo el planeta.
Y entre vestido blanco y vestido blanco (¿para qué van a innovar las chicas respecto al año pasado?: las blancas parece que van de boda, y a las negras el blanco siempre les queda bien) vamos viendo llegar a todos los nominados y alguno que se quedó con las ganas de serlo, y que brilla por el botox puesto en la boca para disimular su frustración.
Neil Patrick Harris hace su aparición en el escenario y promete dar un espectáculo; que cante, baile, y se pelee con Jack Black parecía un buen comienzo, y más si Anna Kendrick le tira un zapato a este último, pero a medida que avanza la Gala nos vamos dando cuenta de que si a una entrega de premios le quitas el presentador majete, la cosa se va al garete. Vamos, que Dani Rovira en los Goya de este año lo hizo mejor y a Ellen Degeneres el año pasado nadie le hizo sombra. No sabemos muy bien qué ha pasado, si le dijeron a Neil “las actuaciones son muy largas así que no te pases hablando”; pero redujeron la Gala a una sosez llena de canciones lentas haciendo que estuviéramos deseando que saliera de una vez la polémica Lady Gaga.
El caso es que llegó la actuación de Lego Película con su “Everything is awesome” y volvimos a emocionarnos. Se comió entera la actuación de Neil. Sin embargo, perdió frente a “Glory” de la película Selma porque, básicamente, la gente prefiere llorar que reir. De cualquier forma, nos consta que todos pasaremos el año cantando la canción de Lego, igual que pasó el año pasado con “Happy”.
Y mientras El gran Hotel Budapest y Whiplash acumulaban estatuillas, percibimos dos detalles: que este año en la Gala se llevaban los vestidos ajustados al cuello, y que si Lady Gaga se quita los guantes y se pone un vestido “normal” para homenajear a Sonrisas y Lágrimas por su 50 aniversario, ya no parece una chacha limpiando retretes. Desde luego, seguro que Julie Andrew agradeció salir a celebrar ese estupendamente bien cantado “The Sound of the Music” y poder saludar a la artista de forma normal. También fue estupendo que ella presentara el Oscar a Mejor Banda Sonora. ¿Quién mejor que ella?
La parte que más gracia me ha hecho de estos Oscars 2015 ha sido sin duda la parte de los discursos (bueno, eso y el semidesnudo de Neil correteando estilo Birdman). Este año, todo el mundo quería recordar a sus papás y mamás al más puro estilo “I still love you”. Obviamente no hay nada de malo en ello, y hasta J.K. Simons lo dice en su discurso cuando salió a recoger su Oscar: “si tienes la suerte de tener padres, no les mandes mensajes. Llámales”; pero hubo demasiada ñoñería y casi se agradeció el distendido discurso de Iñarritu en una de esas que tuvo que subir a recoger un galardón, cuando comentó que “llevo los calzoncillos de Michael Keaton: aprietan un poquito y huelen a huevada”.
Sin duda, el peor discurso fue el de Patricia Arquette, que le faltó dedicar el Oscar a su decorador de baños. Y por supuesto, quiso quedar bien reclamando los derechos de las mujeres; ya se sabe, a falta de Almodóvar, se necesita a alguien que suelte el discursito político. Fijaros que estaba pensando que era mejor que Meryl Streep no lo ganara porque no iba a saber qué hacer con él como no quisiera darse la vuelta y lanzarlo cual ramo de novia, pero lo habría preferido a la madre cuyo mayor mérito es cambiarse de peinado con los años en Boyhood.
El mejor discurso lo llevó a cabo el imberbe novatillo (vamos, que parece adolescente pese a sus 33 años) Graham Moore. Apoyó a aquellos que son raros. Al final, parece que los novatos, como el año pasado hizo Lupita Nyong´o, dan los discursos más sinceros y emotivos. Y a veces, un poco escandalosos; recordemos sus palabras “a los 16 años intenté suicidarme”. Fuerte, muy fuerte.
En definitiva, queridos lectores, una Gala correcta y aburrida, que empezó muy fuerte pero decayó muy pronto, y salvo tres o cuatro focos de luz (ya mencionados) ha sido muy insípida. Muy contentos de que Boyhood no acaparara todas las estatuillas, satisfechos con que Foxcatcher no pasara a primera plana, decepcionados con el resultado de The Imitation Game y emocionados porque es la primera vez que nuestra quiniela (y ojo, que este año he acertado 13, y casi todas las importantes) acierta con una comedia como es El gran Hotel Budapest.
Mejor película: Birdman
Mejor actor: Eddie Redmayne (La teoría del todo)
Mejor actriz: Julianne Moore (Siempre Alice)
Mejor actor de reparto: J.K. Simons (Wildplash)
Mejor actriz de reparto: Patricia Arquette (Boyhood)
Mejor dirección: Birdman (Alejandro González Iñarritu)
Mejor guión original: Birdman (Alejandro González Iñarritu)
Mejor guión adaptado: The Imitation Game (Graham Moore)
Mejor película de habla no inglesa: Ida (Polonia)
Mejor película de animación: Big Hero 6
Mejor documental: Citizenfour
Mejor corto de imagen real: The phone call
Mejor corto animado: Feast
Mejor corto documental: Crisis Hotline: Veterans Press 1
Mejor fotografía: Birdman (Emmanuel Lubezki)
Mejor banda sonora: El gran Hotel Budapest (Alexandre Desplat)
Mejor canción: Glory (Selma)
Mejor montaje de sonido: El francotirador
Mejor mezcla de sonido: Whiplash
Mejor montaje: Whiplash
Mejor diseño de producción: El gran Hotel Budapest
Mejor vestuario: El gran Hotel Budapest
Mejor Maquillaje y peluquería: El gran Hotel Budapest
Mejores efectos especiales: Interstellar