Un tío se pasa 12 años rodando una película. La llama Boyhood. Ello provoca que automáticamente todo el mundo pierda el culo por ir a verla y dé por hecho que es buenísima. El resto de los mortales no podemos perder tanto tiempo. Tenemos que comer.
El caso es que la gafapastada incluye que todos los protas fueran los mismos año tras año, dado que la intención no era ir sustituyendo a los actores a medida que iban creciendo, sino que los intérpretes siempre fueran los mismos.
Total, que tenemos un film costumbrista de dos horas y 45 minutos, por cortesía de Richard Linklater, con libros de Harry Potter y música de Blink 186 de telón de fondo. Tenemos una madre soltera (Patricia Arquette) con dos hijos pequeños y sensación de que nos hablará toda la peli de sus miserias, cual film de Almodóvar.
Y como buena película costumbrista que tiene que abarcar 12 años empiezan a sacarnos moralejas y personajes con distintos roles, destacando una madre con rol de mala, un padre ausente con rol de bueno, y un niño ignorado cuando está la niña (Lorelei Linklater), etc. Ellos son el eje central de Boyhood, un drama que ahonda en las modas y pretende establecer vínculos emocionales con los espectadores a muchos niveles. Es por ello, por ejemplo, que pasamos de una nostálgica Game Boy Advance a la no tan nostálgica Xbox mientras empezamos a pensar que sólo hay dos factores en Boyhood que nos indican que el tiempo va pasando: la longitud de los pelos de los protagonistas y la aparición de diferentes consolas y dispositivos móviles. (luego brotarán la Wii, los ipods y los iphones). Mi pelo favorito es ese en el que emula a Jack Black en Tenacious D in The Pick of Destiny.
Y como es una peli costumbrista tenemos conflictos que nos dejan bastante indiferentes, sobre todo por el poco carisma de Mason (Ellar Coltrane) pero, no os preocupéis, que siempre aparece el padre (Ethan Hawke), dicharachero y hablador, para salvar la situación. ¡Y para darnos la segunda moraleja!
Bueno, la peli se llama en realidad Boyhood. Momentos de una vida y eso es exactamente lo que ofrece. Supongo que podría resultar interesante como experimento sociológico, pese a que yo no me siento identificada con casi nada de lo que les pasa a los chavales. Te retratan el cuadro de que, por mucho que lo intentes, si partiste de un mal comienzo, complicado lo tienes para que tus hijos crezcan normales, o para que consigas ser buena madre/padre. Toda la mierda que sacan a colación en la película sobre divorcios, palizas, rupturas, borrachos, relaciones fugaces con nefastos resultados…sólo me inspiraron la idea de que, realmente hay personas que no deberían ser padres. Ojo, no estoy diciendo que la madre y padre de los protagonistas no debieran, eso es hacer un juicio muy ligero, sino que en general la gente se lo piensa poco. Y sacamos por nosotros mismos la tercera moraleja de la peli: no os precipitéis a la hora de querer ser padres. Parece que mola, y realmente puede dar muchas satisfacciones, pero hace falta algo más para dar el paso. Por mi parte, si alguien me lo pregunta, y resulta que hace apología de las armas como aquí…pues va a ser que no se lo recomiendo. ¿Veis como no me siento identificada? (ver foto)
Y parece que entran en materia: ¿qué quieres tú? ¿qué quieres de la vida? tenemos un indolente chaval que más que avanzar por la vida deja que ella avance por él. Y en general espera demasiado en vez de buscar. Y es que, por mucho que la madre llore y diga “esperaba algo más”, la vida es lo que es. Precisamente eso, momentos, pero al final todo es un gran conjunto y si no aprovechas bien la vida, disfrutas las pequeñas cosas y piensas con cuidado las grandes decisiones (ojo, todos nos hemos equivocado, hablo de las grandes decisiones) puedes terminar tu vida pensando ¿qué he hecho? ¿qué ha sido de mi p. vida?
Y este tipo de reflexiones son las que inspira Boyhood como a las dos horas y pico de film. Desde luego, aunque a medida que va avanzando la peli, va a mejor, el niño también va creciendo y haciéndose más gafapastas, con todo lo repelente que ello resulta. En definitiva, os invito a una reflexión, visto que esta película tiene 6 nominaciones en los Oscars y no queriendo que vayáis a ella con ideas marketinianas en la cabeza: ¿Sería una buena película si hubiera tenido otros personajes? ¿Si cada edad hubiera estado representada por un actor diferente su valor habría sido el mismo? Pensarlo, porque si la respuesta es sí, esto no es más que otra película costumbrista que, lánguidamente, va haciéndonos perder el tiempo y se aprovecha de nuestro fácil intelecto impresionable para decir “hala, que mérito, la hicieron en 12 años”, cuando en realidad el rodaje fueron 39 días.
(6 / 10)
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