FROZEN 2: Princesas, canciones, vestidos y caballos… no esperes más

Si de algo nos “jactamos” en Generación Friki es de que somos unos entusiastas de la animación. Ya sea occidental, oriental, tradicional o infografíca, serie o largometraje, nosotros nos metemos entre pecho y espalda lo que sea que la industria tenga a bien lanzarnos a la cara, y por eso nos gusta pensar que en este aspecto estamos bastante curtidos. Lo suficiente como para verle las costuras a esta Frozen 2, secuela de la aclamadísima Frozen que nos presentaba dentro de una historia típica, a un par de princesas que parecían salirse un poco de la vorágine estereotípica en la que Disney nos tiene sumidos, e incluso se atrevía a dejar en el aire algunas cuestiones que podían, lejanamente, asumirse como de temática LGTBI.

Todo esto y “Suéltalo” el tema plomizo con el que nos fundieron las neuronas en todos los medios durante meses hizo de Frozen un verdadero fenómeno de masas, uno de esos de los que los que tenemos sobrinos y sobrinas todavía no hemos conseguido quitarnos de encima.

Disney escogió la pasta, ¿Qué si no?

Con Frozen 2, Disney estaba delante de una “complicada” encrucijada: O se tiraba a la piscina con los temas polémicos que dejaba entrever en la primera parte y convertía a esta película en un hito histórico en la animación occidental (porque en la oriental estamos hartos de ver a personajes de las más diversas condiciones sexuales, incluso en producciones familiares, ahí tenéis Tokyo Godfathers, que nunca me cansaré de recomendarla), o tiraba por la vía fácil, pasando de puntillas por todos estos temas e iba a por un producto sencillo, lleno de príncipes, princesas, magia y proposiciones de matrimonio a rodilla hincada.

#Disney decide con #Frozen2 no arriesgar, desaprovechando una oportunidad de oro para hacer Historia en el mundo de la animación. Clic para tuitear

Así que, como era de esperar, Disney decidió ir por la vía fácil y Frozen 2 no es lo que nos hubiese gustado que fuera. Pero eso no la excluye de ser un buen entretenimiento, ¿no? La película sigue rondando la idea del amor fraternal, de la familia y de aceptarnos tal y como somos. Temas que ya trató la primera parte y que aquí se estiran un poco más sin llegar necesariamente a ninguna conclusión, pero que tampoco es que importe demasiado, pues la edad media de su público objetivo parece haberse reducido considerablemente.

Una película de princesas Disney de manual, con sus pros y sus contras

Frozen 2 es una película muy continuista, espera que hayas visto la primera y retoma la historia poco después de donde se quedó aquella, sin molestarse demasiado en dar explicaciones, cosa que es de agradecer. El ritmo es ágil y los cambios de localización son constantes, el guion esta amenizado con una dosis de buen humor que le sienta genial y del que habría sido de agradecer un poco más, aunque Olaf, el principal recurso cómico, sea a veces una copia descara de Asno (el Asno de Shrek). Elsa sigue siendo un personaje interesante y la historia sigue girando a su alrededor. En ese sentido, Frozen intenta hacer que todos sus personajes avancen y maduren un poco con respecto a su situación anterior. La historia tiene algo preparado para cada personaje, siendo eso sí, la parte de Ana y Elsa la más relevante.

Igual que en la película original, en Frozen 2 el apartado musical tiene muchísima importancia, tanto es así que más de la mitad de la película son canciones, y al igual que ya pasó con la anterior, no enfrentamos a una selección de temas con demasiados altibajos. Muchos de estos temas tienen una finalidad meramente narrativa, careciendo casi de estribillo y sintiéndose como canciones demasiado fragmentadas como para que puedan ser pegadizas; otros en cambio, sus temas centrales, como “Mucho más allá”, o “Desde el corazón” se notan mucho más trabajados y con verdaderas aspiraciones de traspasar las barreras del cine y convertirse alguna de ellas en las canciones que escuchemos sin parar en televisión, radio, guateques y cumpleaños.

Decir si los temas de Frozen 2 son mejores que los de Frozen es complicado, personalmente ninguna de las dos películas me parece que sean superiores en este aspecto a algunos de los clásicos de Disney (La bella y la Bestia, Pesadilla antes de Navidad, o Aladdin, por citar algunos), pero está claro que las canciones se sienten más actuales y disfrutables para la chavalada, quizá yo ya estoy demasiado viejo para estas cosas y me sigo quedando con maravillas como Into the Woods que sí que introduce bien el estilo de canciones “sin estribillo” y con función narrativa.

Lamentablemente todo se siente más descafeinado que en la primera parte, y hay ciertos detalles que evidencian que Disney ha intentado apuntar a un público más joven con esta entrega: Hay más poderes mágicos, salen más animales monos, y las princesas lucen muchos más modelitos (¿os acordáis de cuando Jasmin o Rapuncel sólo tenían un traje? ¡qué desperdicio de merchandishing!). También la carga dramática se ha aligerado y, aunque tiene sus momentos, la cinta nunca te da pie a pensar realmente que algo va a truncar un auténtico “happy ending” de tomo y lomo, de esos que vuelven diabético al más pintado.

Finalmente, Frozen 2 resulta suficientemente correcta, divertida y disfrutable como para que cualquiera que sepa dónde se está metiendo pueda pasar un par de horas entretenido. Sin embargo, también resulta una enorme oportunidad perdida de hacer algo realmente diferente, de pegarle una patada a las convicciones sociales que Disney lleva arrastrando desde el siglo pasado y entender que los niños de 9 años hoy no son los que fueron entonces. Disney sabe que se puede hacer cine para recaudar millones y que la fiesta no pare, o se puede hacer un producto algo más arriesgado y exponerte a la opinión pública, pero para ellos esta decisión no existe, ellos no son Ghibli.

 

6

NOTA

6.0/10

Destaca en:

  • Es entretenida y divertida
  • Los gags cómicos están a la altura
  • Visualmente es preciosa
  • Algunas canciones suenan bien…

Podría mejorar:

  • … Pero en general no están a la altura de las de la primera parte.
  • Es una oportunidad perdida para hacer algo “más”.
  • Por momentos es demasiado ñoña.
  • En esencia es una peli de princesas, canciones y bichitos magicos... muy poco más.

About Adrian

Adrian Arribas es fundador de Generación Friki. Apasionado de los videojuegos, el manga y el cine desde la más tierna edad, también se encarga de redactar artículos para todas las secciones, aunque se centra especialmente en videojuegos, cine y eventos. Fuera de Generación Friki Adrian es desarrollador de software.

También te puede interesar:

DUNE 2: El miedo es todo lo que tenemos.

Lo más sensato que puede decirse de Dune 2 es que potencia los aciertos de la primera parte y no deja crecer (aunque tampoco fumiga) sus errores.

HELLDIVERS 2: ¿Deseas saber más?

Helldivers 2 es uno de esos fenómenos que pasan muy de cuando en cuando, una genial fusión de juego cooperativo con unas mecánicas innovadoras en un juego que parece renegar de las tendencias actuales.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Thumbnails managed by ThumbPress