COD, GTA y FIFA: ¿la Santa Trinidad de los Videojuegos?

Con los artículos de este tipo siempre he tenido la sensación de que tenían fecha de caducidad. Que el interés residía en el momento en el que el tema, el videojuego, la persona o suceso estaban en boga, pero que después ya perdían su oportunidad. No obstante, muchos de nosotros, gamers que gustamos tanto de hablar como de jugar, encontramos mucho placer en retomar viejas (y no tan viejas) discusiones. El tema que traigo hoy, por tanto, es algo sobre lo que llevo mucho tiempo hablando y que me parece que acabará entrando en la cultura pop de los videojuegos.

Dime a lo que juegas y te diré cómo eres.

Esta frase a muchos les parecerá tremendista, a otros falsa, a otros posiblemente hasta insultante, pero la experiencia de, repito, muchos años hablando de estas tres sagas, me hace ver un perfil de persona que no me suele agradar.

Call of Duty, FIFA y Grand Theft Auto, los dos primeros mis dos juegos más odiados, el tercero sólo hasta que dejé de fijarme en la automoción para sacarle toda la chicha a la historia, que no es poca. Una campaña deslumbrante y un multijugador muy cuestionable. Juntos componen lo que yo llamo la Santa Trinidad de los Videojuegos, y no porque me parezcan de gran calidad, sino porque identifico un tipo de jugador muy concreto cuando alguien me dice que COD, GTA y FIFA son sus juegos favoritos. A mí eso, como gamer, me hace torcer el gesto, pero como chica, esas personas me acaban repeliendo.

Ya va llegando el relevo, peeero….

A día de hoy Pokémon, Fortnite y Minecraft empiezan a hacer sombra a estas tres sagas tanto en interés como en número de jugadores. A ello ayuda la baja franja de edad que estos juegos requieren, que hace que un gran número de jóvenes pasen cada año a engrosar las filas de jugadores de Pokémon, Fortnite, Minecraft, otros juegos que se ponen de moda (algunos se quedan, otros se irán) y que acabarán siendo jugadores de la Santa Trinidad del COD, GTA y FIFA. Algunos a edades en los que todavía no es recomendable que jueguen.

¿Y por qué año tras año seguimos teniendo el trío campeón en el pódium? Pues porque son tres sagas que siguen haciendo dinero. Obvio. Ni matas a la gallina de los huevos de oro, ni renuncias a seguir ganando pasta con algo que, a estas alturas, no te supone tanto esfuerzo.

Y es cierto que tanto COD como FIFA están machacados. COD se ha quedado anticuado frente a otros shooters, y FIFA, por su estilo, ha dejado de ser un juego para ser un servicio con sus micropagos y sus cajas de botín. GTA es el que mejor sobrevive gracias a su multijugador cuya fórmula ganadora, sorprendentemente, no ha sido imitada. Y no sólo eso, sino que mantiene la calidad en todos sus juegos.

No obstante, sería ingenuo por mi parte pensar que GTA sigue batiendo records de venta sólo por su calidad (vamos, ojalá lo mejor fuera lo más valorado). Es verdad que hay muchos juegos de atropellar viejas por la calle (Agents of Mayhem, Saints row, Watch Dogs 2…), pero la clave está en que Grand Theft Auto sigue haciéndolo mejor. Se toma su tiempo, y acaba haciéndolo mejor. Y ello acaba haciendo que cualidades como su gran versatilidad lo hagan tan importante.

¿Por qué no me gusta Call of Duty?

Muy sencillo, porque no me gusta el factor suerte cuando se trata de un juego competitivo. La mayoría de la gente que me conoce sabe que uno de mis juegos favoritos es el Tetris, videojuego tremendamente adictivo y que conlleva un grado de suerte muy desagradable. Pero siempre compito contra mí misma; no contra la máquina, sino contra mis propias puntuaciones. Por eso no me fastidia que me maten y tener que volver a empezar. Sin embargo, COD tiene un multijugador con unas mecánicas tramposas que también lo hacen adictivo (cercanas un poco al Mario Kart) en la que una persona, aunque no sea muy buena, puede quedar en un puesto muy alto si la SUERTE lo acompaña.

Por eso, también, uno de mis juegos favoritos es el StarCraft II, donde es imposible que un mal jugador llegue a puestos altos en ninguna liga. Cosa que creo importante cuando quieres añadir competitividad a un juego.

Del FIFA no voy a decir nada más: un juego que siempre es el mismo año tras año y en el que su valor es manejar un muñeco que se parece a tu jugador favorito no me parece que justifique ni su compra, ni su coleccionismo, ni nada de nada. El tema de los skins es totalmente irrelevante para mí. Y, además, es un juego deportivo, que tampoco me va (pero eso ya es subjetivo, hay videojuegos deportivos muy chulos). Obviamente, como videojuego futbolístico es “de lo mejor que hay”, pero con comprar uno cada generación de consolas vas que chutas.

Así pues, en pleno 2020 veo como una vez más COD, GTA y FIFA siguen estando en boca de todos. La próxima entrega tan deseada para pegar tiros, matar prostitutas y chutar un balón. Si esto no es como para hacer un retrato robot del gamer que NO quiero en mi vida…no sé qué lo será.

Y ahora os lanzo la reflexión:

La pregunta sería: ¿jugar únicamente a estos tres juegos te convierte en un gamer? Igual no te gustan los videojuegos, sólo COD, GTA y FIFA, así que, ¿te puedes llamar jugador? ¿No deberías conocer y/o jugar más videojuegos, su historia, su evolución, etc?

Pensad en otros hobbies: ¿te convierte en un cinéfilo el hecho de que te gusten las películas de Marvel, o sólo el cine de vaqueros, o únicamente las películas de Van Damme? ¿Que salga a correr los martes me convierte en una deportista? ¿Que sepa tocar una canción en la flauta me convierte en un músico?

¿Hasta qué punto te puedes considerar un jugador, un consumidor de videojuegos, cuando tu cultura gamer sólo se limita a estos tres?

**Todas las imágenes usadas en la portada están sacadas de sujetos que colgaron orgullosamente sus colecciones en internet.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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