LOS NIÑOS DEL MAR: y de repente, estamos viendo Evangelion.

Algunas películas parece que hay que empezar a verlas desde el final para entenderlas. Nos cuesta mucho, porque tenemos que hacer memoria de lo que pasó al principio y enlazarlo con el final y que nuestro cerebro haga “click”. Ocurre mucho con el cine japonés, tan del gusto de la sutilidad y del dejar caer las cosas y, por supuesto, ocurre con esta película de animación que hoy analizamos: Los niños del mar (Kaijuu no Kodomo o Children of the sea), adaptación del premiado manga del mismo nombre de 2005 de Daisuke Igarashi.

Originalmente parece que iba a seguir el sendero de las últimas obras que nos enamoraron como Your name o El tiempo contigo, bellas, evocadoras, románticas, con fuertes mensajes y más de una sorpresa, pero Los niños del mar se desvela como una metáfora sobre la vida oculta bajo una mezcla de cotidianidad y fantasía que cuesta su trabajo desgranar.

Afortunadamente, explicar el significado de la película no es tanto un spoiler de esos que no nos gustan como una forma de ayudar a disfrutar la película. Habrá quien prefiera descubrir por sí mismo qué demonios estaba pasando en pantalla, pero por las reacciones de la gente durante el IV Ciclo de Cine Japonés en el Kinépolis, opino que no está de más encauzar a la gente en el verdadero significado de Los niños del mar.

De primeras, es la historia de Ruka, una joven estudiante que pasa mucho tiempo en el acuario donde trabaja su padre. Un día llegan allí Umi y Sora, dos extraños jóvenes provenientes del mar, con el que, al igual que ella, guardan una insólita conexión. En unión a los trabajadores del acuario todos tratan de averiguar el porqué del anormal comportamiento actual de los animales marinos.

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Y si el primer tercio es ligeramente insustancial, pero entretenido, y el segundo tercio ya entra en materia y te suscita muchas incógnitas sobre qué es lo que está pasando, el último tercio es una rayada al más puro estilo el final de Evangelion con el pobre Shinji preguntándose por la Vida, el Universo y Todo lo demás o esos enigmas que los hermanos Elric en FullMetal Alchemist intentaban desgranar sobre estos mismos detalles. Y estas escenas, que a los más veteranos nos preocupó tanto como nos emocionó, no fue del agrado de la mayoría de asistentes a la película, que veían cómo una fábula sobre la ecología, pero no mucho más, se convertía en un Todo-Es-Uno y Uno-Es-Todo con mucha psicodelia y frases sueltas sin aparentemente mucha conexión.

Es esta última parte, tan poco esclarecedora y que rompe tanto con el resto del ritmo de la película lo que me impulsa a explicaros de qué va exactamente Los niños del mar, de tal forma que vuestra opinión sobre ella quizás pueda variar un poco, sin incurrir (uf, qué difícil) en los detestados spoilers.

Un Importante mensaje existencial y ecológico

La película quiere que transmitirte la idea de que los seres humanos somos Uno con el Universo. No venimos ni vamos, simplemente somos. Y como tal, somos y hemos sido en esencia lo mismo. Partimos de lo mismo y, por tanto, un ser humano y una galaxia provienen de lo mismo, somos materia y es la misma materia de la que está hecha el Universo.

A través de los animales, el agua, los niños del mar, las canciones y los accidentes geográficos la película te hace un resumen de la Vida, el Universo y Todo lo demás, de a dónde vamos, de dónde venimos y qué podemos esperar nosotros de la vida.

En este sentido, también nos viene a decir que sólo somos simples humanos mortales, no somos nada y que nuestra mente no puede llegar a comprender estos enigmas tan universales. Tal y como se dice en Los niños del mar, “el cerebro de un ser humano es como una vela de un barco, sólo podemos abarcar una porción del aire que sopla”; de la misma manera, sólo podemos entender una porción de la explicación que nos intenta transmitir el Universo.

Así pues, aunque nos gustaría visionar Los niños del mar de una manera sencilla, como una bonita historia de amistad entre tres niños, en realidad eso es imposible. Ni la animación ni el guion están hechos para otra cosa que no sea la consecución final de estas ideas. Por ello, la sensación que nos produce tras su visionado (y que las escenas post-créditos no ayudan a clarificar, las cosas como son) es de confusión. No son como en los animes que antes he mencionado, Evangelion, FullMetal Alchemist o Tengen Toppa Gurren Lagann, que, aunque se hacen sus cábalas mentales sobre el ser humano dejan un pie en la tierra para que les sigamos la pista; en este film, desgraciadamente, el sabor de boca al final es agridulce. Supongo que la expresión en la que todos pensamos es: acabo de ver una paja mental de tres pares de narices.

Los niños del mar

5.8

Nota

5.8/10

Destaca en:

  • Precioso visualizado.
  • Entretenida.
  • Importante mensaje existencial y ecológico…

Podría mejorar:

  • …pero transmitido sin demasiado acierto.
  • Personajes no excesivamente desarrollados.
  • Ritmo irregular, lenta y superflua al principio, precipitándose en el final.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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