JOHN WICK 4: when a man loves a dog…

Nada mejor que una saga que sabe empezar y terminar. Aunque no ignoro que muchos fans hubieran preferido que las películas de John Wick se alargaran tanto como la interminable Fast&Furious, hacerme ilusiones con que realmente “sólo” habrá 4 films del asesino Baba Yaga me permite, no sólo recuperar (un poquito, sin pasarse) la confianza en un cine que sabe autogestionarse, sino que puedo hacer una reflexión sobre cómo ha resultado la experiencia John Wick (a la vez que hablo de John Wick 4, que es la película que ahora nos interesa) y, por decirlo de alguna manera, ponerle una nota global a la saga.

Hasta aquí lo que me hubiera gustado decir. A veces el sarcasmo me puede. Los que leíais asombrados podéis dejar de hacerlo. Todos sabemos que el Universo John Wick (a partir de ahora UJW sabiendo que está a un tris de competir con el UCM) sigue expandiéndose.

Os reitero lo que posiblemente ya sabíais: que puede que sí, puede que no, haya una John Wick 5 (dependerá de las ansias de dinero de la compañía). Que está a punto de estrenarse Ballerina, un spin off situado entre las películas 2 y 4. Que hay una serie llamada The Continental que se estrenará en breve en Amazon y… que no descartamos que el final de John Wick 4 augure otro spin off, ahí lo dejo.

Nuestro análisis de John Wick 1

Si has llegado hasta mi cuarto análisis de la saga John Wick no hace falta que recuerde mucho en qué punto de la historia nos encontramos. Ambos sabemos que la mafia rusa liquida al querido perro de Johnathan casi por error y el antiguo asesino a sueldo apodado El Hombre del Saco entiende que se ha desatado algo más fuerte que sus propios deseos. ¿Confuso? No, hombre, no. Es todo una mezcla de dos clichés: “El pasado siempre vuelve” y “Cuando la venganza empieza sólo termina con la muerte de uno de los dos bandos”. La segunda, tercera y cuarta película son consecuencia de que esto no es Avatar 3 con sus potenciales 9 horas de metraje. Aquí preferimos que el cine de acción se dosifique en tandas asumibles de… bueno, en el caso de John Wick 4 la nada desdeñable cifra de 169 minutos.

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Si levantas la solapa de tu traje de kevlar ya nadie te puede matar.

Y la premisa sigue siendo la misma. John Wick 4 (2023) se encuentra cómoda siendo lo que es. Una película de acción, de suspense sin suspense y ese estilo neo-noir que tanto favorece a la figura del bueno e inexpresivo de Keanu Reeves. Entendamos que si en esta cuarta entrega sólo dice 380 palabras lo hace al glorioso servicio del cine, faltaría más. ¿Y qué mejor para nuestro James Bond particular que enfundarse en un elegante traje de kevlar hecho a medida y simular estar en una película de cine negro?

La falta de coherencia resulta más que molesta.

Pero no sólo de disparos vive una película de acción y, por mucho que la saga de John Wick nos haya acostumbrado a las extravagancias, esta cuarta entrega bucea en los clichés más absolutos y en las escenas de acción más cutres al mezclar las armas de fuego, las armas blancas y los combates cuerpo a cuerpo como si de un videojuego de rol por turnos se tratara. ¿A qué me refiero? Pues a que John Wick tiene que aprender un poco de las películas de los 80-90 con Bruce Willis, Mel Gibson, Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y tantos otros actores que a los tres minutos de metraje ya tenían la ropa hecha unos zorros y la cara como un mapa andino. ¿De qué estoy hablando? DE COHERENCIA.

Nuestro análisis de John Wick 2

No me gusta que me tomen el pelo. No me gustan los deux ex machina. No me gusta que el protagonista esté encerrado en un edificio con dos pistolas, se enfrente a los mejores asesinos que ha parido la Historia y salga con el traje impoluto y ni una rozadura de bala, ni magulladura en el rostro. ¿Qué no le quieren matar al minuto 5? Lógico. ¿Que parezca que no necesita dormir, comer o respirar fuerte? No me gusta. Hasta James Bond tenía más coherencia.

Es más, ¿qué sentido tiene esta ultraviolencia si no podemos ver las consecuencias? La gente se apaga en el film como si desenchufáramos un electrodoméstico, sin dejarnos ver agonía, sufrimiento o una pizca de sangre. La falta de coherencia de John Wick 4 resulta absurda. Y eso empaña escenas de acción tan buenas como la del edificio, que parece un guiño a videojuegos estilo Hotline Miami.

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Escenas de malo de cliché.

Y este sin sentido abarca más aspectos de los que me gustaría reconocer o que acabaré nombrando. Destacando, por supuesto, la sensación de nula unidad entre la película 3 y la 4. Sin entrar en spoilers, si recordáis cómo terminó una y cómo ha comenzado otra, tienes la sensación constante de que entre medias han ocurrido cosas que no nos han contado. Esto es continuo a lo largo de toda la película. ¿Cómo puede ser que viaje alegremente a Marruecos, Osaka o París con la de salvoconductos que tuvo que conseguir la anterior vez?

Escenarios y fotografía.

La fotografía es una cosa muy bestia. Dan Laustsen (La forma del agua, El callejón de las almas perdidas), ayudado por profesionales de la talla de Jonathan Cela (Bullet Train, La ciudad perdida, Deadpool 2…), quiere crear escenas de acción a través de toda la película que resalten por su alto impacto visual. En las escenas más tensas le vemos usando colores complementarios y realzándolos con luces y neones. Personajes estrafalarios como El Marqués, El Rastreador, Caine o Killa (Bill Skarsgard, Shamier Anderson, Donnie Yen, Scott Adkins, respectivamente) ayudan a conseguir este impacto, mientras una dirección que busca la simetría en sus escenas termina de completar el cuadro.

Nuestro análisis de John Wick 3

Y mientras se repiten escenarios que nos remitirán a las precuelas, aparece Osaka y, con él, todos los clichés vomitivos que podría ofrecernos el creer que Japón es el lugar de las pachinkos, los bonsáis y las mafias vestidas con gettas. Eso sí, la fotografía sigue siendo fantástica, ¿quién no ha disfrutado viendo la estética cómic casi reflejada en las escenas tanto previas a la lucha como durante las mismas? Por supuesto, tenemos el uso del color rojo (el de peligro de toda la vida) y la separación complementaria del verde y azul ayudando en nuestra inmersión en todas estas escenas. Sólo lamento que se hayan vuelto a decidir por la lluvia, la noche y la oscuridad, como si el recorte en presupuesto hubiera alcanzado también a John Wick 4.

Si nos separamos de Osaka y volvemos a Berlín o incluso a París el director de fotografía nos sorprende con el uso de colores análogos, reflejando paz, en todos esos momentos en los que Keanu habla y se intenta transmitir serenidad. Eso trae como consecuencia que no veremos muchas de estas escenas, claro, pero dado el gusto de la saga John Wick por las criptas, las iglesias, los cementerios y los lugares emblemáticos (la torre Eiffel, el Arco del Triunfo…) esta calidez sienta muy bien a los monumentos.

El perro, los duelos y la filosofía de John Wick

Como decía en el subtítulo de este análisis, cuando un hombre ama a un perro…. Y ahora termino la frase: tenemos una justificación para salvar la situación como nos dé la real gana. También John Wick 4 cae en este error, justificando determinadas acciones con aquel recurso que ya es un meme. Sí, ese de Batman y Superman descubriendo que sus madres se llaman ambas Marta.

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Esperábamos más de estos personajes tras tanto tiempo en la saga, pero sus apariciones son anecdóticas.

Esa nueva forma de ver las cosas de Johnathan, esa filosofía de aceptación de que sus actos traen consecuencias para aquellos que le importan: el gerente Winston Scott, su amigo Bowery King, el gerente Shimazu Koji y su hija Akira, el conserje Charon… (Ian McShane, Laurence Fishburne, Hiroyuki Sanada, Rina Sawayama, Lance Reddick – descanse en paz-), ayuda a que la violencia desmedida esté más justificada. Quizás también es necesario este punto de vista dado que, por lo menos como decisión de guion, sería terrible que el director Chad Stahelski decidiera que, película tras película, todo el mundo estuviera enfadado y el único móvil de todos fuera la venganza. La aceptación ayuda a cerrar capítulos.

John Wick 4 no merece la fama que tiene, ni el éxito que está cosechando. Ni siquiera porque aparezca el bueno de Keanu Reeves. Es comprensible, en mi análisis de la tercera parte lo decía, que estemos ansiosos de volver a recuperar un cine de acción con grandes niveles de producción en todos los sentidos, pero no deberíamos dejar que una buena escena de artes marciales, que las hay, nos nuble el juicio.

Leer las anteriores críticas de la saga John Wick

John Wick 4

6.1

NOTA

6.1/10

Destaca en:

  • Espectacular fotografía.
  • Buena dirección.
  • Originalidad de la escena del Arco del Triunfo o de la de la escalera del Sagrado Corazón.

Podría mejorar:

  • Saturación de disparos, literalmente.
  • Escenas muy largas.
  • Clichés demasiado sobados.
  • Desaprovechamiento de actores como Ian McShane, Laurence Fishburne o Lance Reddick.
  • Si hay ultraviolencia, que haya sangre, que si no resulta ridículo.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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