Con un ritmo de casi 3 películas al año, ya podemos decir que Disney y Marvel se han convertido en un enorme monstruo de generar películas de superhéroes (y billetes). No hace más que unos meses que acompañamos a Black Panther en su periplo por salvar Wakanda, y poco después vivimos los increíbles acontecimientos que revolucionarán el universo Marvel en Los Vengadores: Infinity War. Solamente unos meses después nos llega esta Ant-Man y La avispa, segunda película en “solitario” de Ant-Man que viene a hacer un paréntesis en el enorme cliffhanger que nos dejó la última cinta de Los Vengadores.
Ant-Man y la Avispa se sitúa cronológicamente poco antes de los sucesos acaecidos en Infinity War, con un Scott Lang que vive bajo arresto domiciliario después de prestar su ayuda al Capitán América en Civil War y de que éste fuese considerado un terrorista.
Un paréntesis poco necesario
Últimamente nos estamos acostumbrando a que las cintas de Marvel ya no sean de un solo superhéroe, sino que, de una manera u otra, acaben apareciendo diferentes personajes del universo. Así fue en Thor: Ragnarok, en Capitán América: Civil War, o en Spider-Man Homecoming, dejando como películas individuales si acaso la que corresponde a los orígenes del superhéroe en sí. Sin embargo, Ant-Man y la Avispa es una cinta que pasa lo más de puntillas que puede por todo el universo Marvel, tratando de funcionar simplemente como una secuela.Esto no tiene porqué ser algo necesariamente negativo siempre y cuando la historia tenga algo relevante que contar, y uno pensaría que la puesta de largo de La Avispa podría ser suficiente reclamo como para que la cinta funcione por sí sola, pero por desgracia no es del todo así.
Ant-Man y la Avispa es una secuela sacada del santo libro de las secuelas de blockbusters de Hollywood; tiene todos los elementos que coherentemente caben en una historia de estas características, a saber: escenas de combate cuerpo a cuerpo, tiroteos, persecuciones, una cuenta atrás en una pantalla digital con posibles resultados catastróficos, secundarios cómicos, violencia 100% libre de consecuencias explícitas, una chica en apuros y… todo lo que se te ocurra, Ant-Man y la Avispa lo tiene. La realidad lo único que le falta para ser completamente clónica es un villano megalómano que viva en una isla con volcán; lamentablemente no lo tiene, tampoco se puede decir mucho más sin desvelar parte del argumento.
Incongruente a niveles sub atómicos
Por otra parte, me he encontrado con una situación que rara vez se me había dado en una cinta de Marvel, y es que en Ant-Man y la Avispa todo lo que tiene que ver con el mundo cuántico esta terriblemente mal definido y explicado y a la vez es tan recurrente, que termina convirtiéndose casi en un meme, en un recurso Deux Ex Machina que lo soluciona todo y que delata el poco esfuerzo que se le ha puesto al film en cuestión de guion. Puede que todas estas cosas queden de una manera u otra zanjadas en el cómic, pero si tu única fuente es la película, uno no puede evitar salir de la sala haciéndose algunas de esas preguntas incomodas (¿Qué se come en el mundo cuántico?, si el agua es hidrogeno + oxígeno y eres mucho más pequeño que una molécula de oxígeno, ¿qué bebes para sobrevivir?, y lo que es peor ¿qué respiras?).
Su faceta de blockbuster es su mejor cara
Y es que al final Ant-Man y la Avispa funciona mejor cuando se olvida de todo y solo pretende ser una cinta palomitera. Sus momentos cómicos son lo mejor de la cinta, con algunas situaciones en las que es imposible no soltar una carcajada. Las escenas de acción también funcionan a las mil maravillas y, en general, lo poco en serio que la cinta se toma a sí misma en multitud de ocasiones son su mejor baza, restándole peso y dramatismo a una cinta que al final funciona a las mil maravillas como mero entretenimiento ligero.
Paul Rudd (Scott Lang, Ant-Man), Evangeline Lilly (Hope Pym) y Michael Douglas (Herry Pym) funcionan a las mil maravillas como trío protagonista, sobre todo en sus momentos más desenfadados. Cabe destacar también el papel de Michael Peña (Luis) como secundario cómico. Mucho más discretos son los papeles de Hannah John-Kamen (Ghost) y Michelle Pfeiffer, uno por su irregular (por no decir mala) interpretación y el otro por lo anodino que resulta. Finalmente tenemos por ahí a Morfeo Laurence Fishburne (Bill Foster) y a Walton Goggins (Sonny Burch) con un par de momentos interesantes. Ah! Y a David Dastmalchian (Kurt) que merece la pena ser mencionado solamente por el hecho de que por una vez no hace de loco.
Finalmente, Ant-Man y la Avispa aprueba el examen si lo que buscas es pasar un par de horas de entretenimiento sin más pretensiones, pues resulta suficientemente divertida como para mantenernos entretenidos hasta el final (en esto Marvel nunca falla).
Sin embargo, si pretendes encontrar una cinta que aporte lore o relevancia al arco argumental general del universo Marvel, o que te lance alguna idea o reflexión sobre algo, quizá esta no sea la peli más recomendable. Y es que no es hasta muy al final cuando finalmente conseguimos ubicar con exactitud en que momento cronológico se haya esta cinta con respecto a la línea temporal general del universo cinematográfico de Marvel y, por desgracia, ese es el único aporte que hace a este. Eso sí, Stan Lee sigue haciendo su cameo de turno, ¿para cuándo una peli con él de protagonista?
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Ant-Man y la Avispa
Destaca en:
- Sus momentos cómicos
- Algunas escenas de acción son verdaderamente trepidantes.
- El partido que se le saca a los poderes de Ant-Man y la Avispa.
Podría mejorar:
- Incongruente en multitud de ocasiones
- No aporta NADA al Universo Marvel
- Que en realidad no podamos domesticar hormigas gigantes para que nos hagan las tareas de la casa.
Un comentario
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