EL EJÉRCITO DE LOS MUERTOS: una columpiada a lo Zack Snyder.

Pues eso, El ejército de los muertos (Army of the Dead, 2021) es una de esas columpiadas que el aficionado a la exageración y la pirotecnia, el cineasta Zack Snyder, quiere brindarnos en un año en el que ha pensado, “total, estamos en pandemia, con tanta mierda no se va a notar” y ha querido, no insultar al espectador medio, que ese está claro que algo de criterio tiene, de algo de cine de acción entiende en general y de cine de zombies en particular; no, insulta hasta al espectador aficionado a los blockbusters palomiteros llenos de efectos especiales que culminan en explosiones descomunales y hasta de mal gusto. A ese. A ese que te dice “a mí conque me hagan pasar un buen rato…”.

Estamos en 2021 y no todo vale. Ese espectador al que con tanto mimo se le trata porque es capaz de hacer el esfuerzo de no centrarse en guion, actuaciones, coherencia narrativa y un largo etcétera en pro de que le hagan pasar un buen rato con el que evadirse de sus problemas no se merecía que Zack Snyder dijera (real, en el making-of, en las entrevistas, lo dijeron) que les gustaba Las Vegas y que les gustaban los zombies y… ¿por qué no? ¿qué podía salir mal juntando ambas cosas?

Pestes fuera, el cine de zombies nos ha brindado películas excelentes, ciertamente que no todas de factura técnica intachable, ni mucho menos de actuaciones espectaculares, pero eran películas que hacían avanzar el género y no tomaban al espectador por tonto. En el año 2021 este espectador, que ha crecido con La noche de los muertos vivientes, 28 días después, REC, Muertos y enterrados, Zombi, (sí, también con Re-Animator y Brain Dead y Zombies Party, que eran otra cosa) y un sinfín más, incluidas sus precuelas y secuelas, tiene que aguantar en estos años infamias como Guerra Mundial Z y la presente que hoy intento analizar si el veneno me deja: El ejército de los Muertos.

No es la premisa lo que me fastidia. Al final, el argumento no tiene por qué ser demasiado elaborado para hacer una buena película. Tenemos una epidemia zombie que provocó el aislamiento de Las Vegas del resto del mundo. Una idea que, con variaciones, vimos en Orgullo, Prejuicio y Zombies y que aquí continua con la premisa de que en la ciudad de los juegos de azar y los espectáculos nocturnos hay una cámara acorazada con mucho dinero, no sé, un giritón de dólares y un equipo “especializado” va a entrar allí a cogerlo por encargo de un japonés que, evidentemente, se llama Tanaka, para recuperarlo.

O sea, zombies + Las Vegas + un atraco.

Si has llegado hasta aquí igual quieres que eche un poco más el freno y te responda a tu pregunta: ¿por qué tanto odio? ¿tan mala es?

Supongo que a los intérpretes que están vivos les pido algo de actuaciones decentes y diálogos comprensibles y a los no muertos les pido conductas erráticas y cerebros podridos. Es posible que en el guion de Zack Snyder, Shay Hatten y Joby Harold se tuviera la misma idea, pero en algún punto de la misma consideraron que sería divertido mezclarlos de tal forma que el resultado fueran zombies demasiado inteligentes (tienen líder llamado Alfa Zeus y una Reina y todo) y personajes demasiado planos cuyo pésimo guion les va llevando de cliché en cliché. Nada hay más desesperante que saber, no cómo va a terminar una película antes de empezar, sino los pasos que va a dar. Me sentí como Danny en el cine, palomita en mano, viendo la saga de Jack Slater en El último gran héroe.

Eso sí, mucha pasta en crear los zombies

No se puede negar. En factura técnica iban sobrados. Con unos niveles de producción y post-producción impresionantes, El ejército de los muertos nos presenta una amplia variedad de zombies (incluido un tigre y un caballo) que intentan recrear los antiguos proyectos del director (con la diferencia de que Amanecer de los muertos de 2004 estaba escrita por James Gunn) intentando que esta entrega de 2021 se viera como una sucesora espiritual de 2004. Spoiler, padre intentando salvar a su hija es el cliché de los clichés.

Pero, a pesar de lo horroroso que es ver una película de este género en Netflix (píxeles incluidos, cuidado, amigos) no se puede negar que resulta muy espectacular, una vez que te olvidas de que se trata de una película de atracos con zombies, puedes ver esas pequeñas referencias al cine de terror, quizás pueden dejar de importante los one-liners tan anacrónicos y te hace gracia encontrar a Dave Bautista como protagonista (supongo que The Rock estaría ocupado con otro proyecto). No tengo opiniones para el resto del elenco más allá de que Ella Purnell como la hija tonta es tremendamente hostiable, que el papel de Matthias Schweighöfer como el ladrón de cajas fuertes es un cliché con patas y que… bueno, pues eso, ni Theo Rossi, ni Nora Arnezeder, ni Michael Cassidy… no se salva ninguno de los actores.

Creo que me quedo con la idea de que se intentó crear un tipo de zombies diferente rodeados de un humor ligeramente macabro que salva la película de la quema. Creo que decepcionará a los que busquen cine de zombies porque es demasiado contenida y que defraudará a los que busquen la sofisticación de las películas de atracos e incursiones en bancos. Creo que no me desilusionaría tanto si no hubiera esperado de ella algo fresco y novedoso, pero es que, seamos sinceros, Zack Snyder quería que fuese su gran vuelta al ruedo. Visto lo visto, no sé yo si dejaría estar esa precuela y esa serie de animación que tiene entre manos de El ejército de los muertos y volvería al cine de superhéroes.