LA MAGIA DE JAPÓN: Cultura, belleza y secretos de la vida japonesa.

Para aquellos (sobre todo españoles) amantes de Japón, el nombre de Héctor García (Kirai) es un habitual. “El primero” en vivir y trabajar en el país del sol naciente abriendo un blog muy nutrido para que todos conociésemos esta compleja cultura. No era un geek o friki, por mucho que su primer libro, Un Geek en Japón, lo pregonara, pero sí que era una persona curiosa que nos hablaba de muchísimos aspectos de la cultura japonesa que, de otra forma, nos hubiera sido difícil conseguir… de forma amena. Más de 15 años después de su presencia en Japón ha escrito siete libros, entre ellos este que analizo hoy, La Magia de Japón: cultura, belleza y secretos de la vida japonesa (Norma Editorial, 2020), además de alguno online que podéis encontrar en su blog.

Héctor ha pasado casi diez años escribiendo este libro; La Magia de Japón debía ser una lectura que uno pudiera leer tanto ahora como dentro de 50 años y siguiera encontrando interés en sus páginas y que respondiera a esas preguntas que todo el mundo se hace: ¿por qué es Japón un país tan cautivador? ¿por qué su gente y culturas atraen el interés de todo el mundo desde siempre? ¿cuál es la magia de Japón? Quizás mi labor aquí sea responder a una simple pregunta: ¿lo ha conseguido?

Nunca doy por hecho que un lector conoce la obra y/o autor de un nuevo libro que analizo. Entre la casualidad y la amplia oferta que existe en el mercado quizás este es vuestro primer encuentro con un libro de Kirai. Si este es el caso, posiblemente os resulte tan refrescante como ameno; si, por el contrario, ya conocéis más obras del autor o simplemente estáis familiarizados con la cultura japonesa, es posible que haya muchos capítulos de La Magia de Japón que os resulten anodinos y, sorprendentemente, su contenido, repetitivo. Esto último me pareció especialmente engorroso puesto que no se trata de una lección a aprender, yo espero que cada capítulo del libro me ofrezca algo nuevo.

Experiencia inmersiva según el relato de Kirai

Kirai siempre ha intentado transmitir su forma de ver las cosas cuando escribe; es un estilo de escritura que, aunque no es invasivo, sí es lo suficientemente personal como para que tomes todas sus vivencias como lo que son, la realidad que él vive en Japón. Todo esto se refleja en sus libros y en La Magia de Japón no es diferente. Lo que quizás lo diferencia del resto de sus publicaciones es que en varios capítulos cuenta sus propias experiencias, como si fueran ejemplos edificantes sobre los que basarse. Este tú a tú con el autor hace especial la lectura de La Magia de Japón y, de alguna manera, te prepara para cuando decidas tener tu propio encuentro personal con algún aspecto de Japón.

No obstante, eso no quiere decir que todos los formatos sean adecuados para La Magia de Japón. Si algo tienen los libros de Kirai es numerosos apuntes, fotos con sus correspondientes pies, anotaciones, y un largo etcétera que hace que la lectura lineal no siempre sea la mejor opción y que formatos como el audiolibro no sean disfrutables. Para bien o para mal, el formato físico siempre será el más recomendable para los libros de Héctor García. Si dudáis de este hecho, recordad que esta clase de libros suelen ser también una guía para los amantes de Japón para tomar nota de restaurantes, expresiones a usar, etcétera. Por ejemplo, en el capítulo 8 hay un apartado que te indica los mejores lugares para ver el atardecer en Tokio; entre la complejidad de los nombres en japonés y la velocidad del audiolibro, ¿no es mejor poder poner una marca en tu libro físico para volver a él más adelante?

No es una guía de Japón

La Magia de Japón es un libro concebido para tener en casa y ojear de vez en cuando. En formato bastante grande, 266 páginas, tapa blanda, es una de esas lecturas que equilibran el disfrute con el aprendizaje. Quizás sea la respuesta de Héctor a por qué sigue viviendo en Tokio, pero también puede darnos una idea a nosotros de por qué esa ciudad es tan especial y qué nos aportaría a los que la visitásemos. Personalmente, son pinceladas hermosas, pero no siempre prácticas. No podéis tomarlo como una guía de supervivencia en Japón, ni mucho menos como la panacea para comprender a los japoneses. A mí, a estas alturas, apenas me aporta nada en ninguno de los dos sentidos, pero disfruto la lectura con toda la nostalgia de aquella que echa de menos volver a Japón. Creo que si Kirai consigue transmitiros ese amor por este país está consiguiendo mucho; al fin y al cabo, lo que quiere transmitirnos es “ese aquel”, esa magia de Japón.