MISIÓN IMPOSIBLE 7 – PARTE 1: son las cosas de la edad.

Vista una, vistas todas. Así ha sido siempre mi filosofía con sagas de este estilo y nunca he pensado que Misión Imposible fuera diferente. Quizás lo que me llama la atención es que desde 1996, fecha en que salió la primera película, sólo haya 7 películas en vez de 20, pero al final puede que hasta Tom Cruise se canse de piruetas en moto, persecuciones al límite y escenas en la parte de arriba de un tren a toda velocidad.

Misión imposible: sentencia mortal – Parte 1 (o Misión Imposible 7, 2023) parte de la misma premisa que todas las demás. Ethan Hunt (Tom Cruise), agente de la Fuerza de Misión Imposible (FMI) es asignado para encontrar la mitad de una llave. Unidas las dos partes se puede controlar a una IA llamada La Entidad que se ha rebelado y amenaza con sabotear las redes de inteligencia, así como los sistemas militares de defensa. Pese a que su misión no incluye enfrentarse a La Entidad, Ethan decide saltarse todos los protocolos y destruirla, ya que considera que es demasiado poderosa como para que cualquier gobierno o particular la posea. Con ayuda de sus habituales Ilsa Faust (Rebecca Ferguson, desde Misión Imposible 5), Luther Stickell (Ving Rhames) y Benji Dunn (Simon Pegg) ideará un plan, pero las ambiguas Grace (Hayley Atwell) y Alann Mitsopolis (Vanessa Kirby) y el malvado Gabriel (Esai Morales), así como cientos de enemigos random, le pondrán las cosas complicadas.

La coletilla “Ethan tendrá que ver qué es más importante, sus seres queridos, o la misión” es ya un cliché. Lo vimos sin ir más lejos en Misión Imposible: Fallout. No obstante, en Misión Imposible 7 se nota que todas esas relaciones que ha ido gestando durante toda la saga, aquí cobran su importancia, y para Ethan, será cosa de la edad, la toma de decisiones que involucra a sus amigos se le hace más difícil.

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Nunca habían dado tanto juego unas esposas.

 

Tampoco digo que sea de una profundidad shakesperiana. Nada más lejos de la verdad. La película podría haber dado muchísimo más de sí y habernos enfrentado a los espectadores a un auténtico reto en este sentido, pero la intencionalidad de la saga siempre ha sido darnos dosis de adrenalina constantes y el factor humano siempre ha quedado reducido a la constante de que un hombre solo, sin el apoyo del resto de sus semejantes, consigue poco en esta vida.

Quizás por eso la sensación de “a rey muerto, rey puesto” no me gusta nada. Creo que los personajes no deben entrar y salir de una saga como esta sin que haya una repercusión palpable. El tipo de relación que tenga Ethan con ellos no debería ser un impedimento para honrar sus actuaciones y ponerles en el lugar que se merecen. Sin este respeto, la saga se convertiría en Ethan y gente random que él necesita para su misión y luego a la basura.

Ocurre sobre todo con las mujeres que intervienen en las películas y es inevitable que todo esto me recuerde al final de la película Speed (1994) donde Jack Traven y Annie Porter deciden intentar una relación a pesar de saber (palabras más o menos textuales) que de los momentos de tensión y la necesidad de soltar la adrenalina no puede surgir una relación estable.

Pero la intencionalidad sigue siendo otra…

Así es, la película parece que sólo quiere que los espectadores salgan de allí con la sensación de que vieron durante la friolera de 163 minutos la mejor persecución de coches de la Historia del Cine, o la escena más loca de motos y paracaidismo, o… la escena más polémica sobre cómo abandonar un tren que va a descarrilar en un claro homenaje (o plagio, que la línea es muy fina) a Uncharted 2 y esa escena que nos enamoró a todos los seguidores de Nathan Drake. Puedo entender el enojo de mucha gente, pero al final, Christopher McQuarrie tiene que sacar la inspiración de algún sitio, como todo el mundo, y lo importante no es el qué, sino el cómo lo desarrolles. No se puede negar que la larga escena del tren es todo lo tensa y emocionante que el director tenía en mente.

Pero es que cada puñetera escena es emocionante, peligrosa y más loca que la anterior. Los cambios de escenarios (Venecia, Abu Dhabi, Roma…), ese Ethan Hunt marcándose sus infinitos sprints, las explosiones, las acrobacias y, ¡oh, sí! mi momento favorito, los cambios de máscara marca de la casa…

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Son las cosas de la edad, la suya y la mía.

Sé que habrá gente a la que no les gustará este Ethan Hunt algo más reflexivo. A mí, que las películas palomiteras entran y salen de mi vida con la misma celeridad, es lo que precisamente me ha llamado la atención. Igual que hace nada analizaba Indiana Jones y el Dial del Destino haciendo hincapié en la necesidad de mostrar coherencia entre la edad del personaje y las aventuras en las que puede participar, ahora siento que Misión Imposible tiene que ser coherente con aquello que hace realizar a su personaje. Esto quiere decir que por mucho que Tom Cruise a sus 61 años esté para mojar pan y repartir estopa, su personaje, que de primeras tiene la misma edad, debería tener algunas limitaciones más para llevar a cabo las mismas proezas. Máxime cuando hablamos de un espía cuyo cuerpo ha sido sometido a un estrés y violencia que debería haberle dejado secuelas.

Mis expectativas

A día de hoy tengo la esperanza de que Tom Cruise, cuando deje de hacer películas de acción (totalmente respetable, es lo que le gusta y tiene dinero y poder para hacerlo), vuelva al cine dramático. Sé que sus films llenos de explosiones y triquiñuelas se esperan como agua de mayo, pero yo sé que el actor de Magnolia, Rain Man, Nacido el 4 de julio o la maravillosa Entrevista con el vampiro sigue ahí y confío en que, en unos años, decida volver a géneros en los que podemos ver al mejor Tom. Un atisbo de esta interpretación ya lo vimos el año pasado con Top Gun Maverick, pero queda diluido entre tanta película de acción. Me parece increíble que tengamos que retroceder casi la friolera de 20 años para encontrar una película de otro género.

Mientras tanto, sí, esperaremos Misión Imposible 7 – Parte 2 (fecha: 28 de junio de 2024), pero con la sensación de que, por muy buena que sea la trama de la IA que se rebela (con ese miedo curiosamente actual a los enemigos invisibles, intocables), no ha dejado de tratarse de una película de acción en la que la famosa llave ha ido simplemente cambiando de manos en una persecución sin fin. Algo más tiene que ofrecerme Misión Imposible para que no la tire al cajón de blockbusters prescindibles. Sí, ese cajón donde están desde Misión Imposible 2 hasta la 6.

Misión Imposible 7

7.2

NOTA GLOBAL

7.2/10

Destaca en:

  • Posiblemente, es la mejor película de la franquicia junto con la primera.
  • La artesanía que hay detrás de los efectos especiales.
  • Ver que Ethan Hunt puede tener más de una prioridad es enriquecer la saga.
  • Te da toda la adrenalina que promete.

Podría mejorar:

  • Predecible y olvidable, como todas estas películas de acción.
  • Diálogos cliché que te dejan frío. En la línea de las últimas películas, pero esperaba algo más.
  • El personaje de Ilsa podría estar mejor escrito.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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