ILLUSION OF TIME: el porqué amo los videojuegos.

Os mentiría si os dijese que antes de Illusion of Time no había JRPGs en España, pero también os mentiría si os dijese que había más de dos gatos interesados en el género por aquellos entonces.

Eran también tiempos más sencillos: dos consolas en el mercado: Super Nintendo y Megadrive, blanco o negro, cara o cruz, o ibas con el Madrid o con el Barça, y tu decisión iba a definir, lo creas o no, a tus aliados en el recreo (y a veces tus amigos de por vida).

Así pues, metido de lleno en el bando Super Nintendo y con la edad adecuada para luchar con los míos y despreciar a muerte al bando contrario por haber, según mi yo pre adolescente, errado con su compra, era hora de defender a capa y espada a Nintendo y apechugar con sus decisiones, y ese año fue a tocar que la gran N apostó muy fuerte por un desconocido llamado Illusion of Time. Un juego “de leer” (como lo definía mi yo de entonces), desarrollado por Enix, que lo había petado muy fuerte en Japón y que llegaría, en primicia absoluta, a España y con los textos traducidos al castellano. ¡Virgen santa!

He de reconocer que no fue fácil, a priori, defender en el recreo un juego de semejantes características contra Eternal Champions, el pelotazo que arrasaba en aquellos entonces en la 16 bits de Sega y que, según las “fotos” de la Hobby Consolas, parecía sin duda el juego de lucha definitivo (spoiler, no lo era). Por un tiempo nuestro bando flaqueó, e incluso tuvimos algunas bajas que decidieron desertar en pos de un Sonic & Knuckles que estaba muy a tope en una Sega, que por aquel entonces, sabía conectar realmente bien con la gente de mi edad. Era algo indudable que tener una Megadrive te hacía más “guay” y si no al “canal pirata Sega” me remito.

Finalmente el momento llegó y, no sin un montón de dudas en mi interior, tuve en mi poder el juego de marras. Fue una decisión demasiado arriesgada, pues como otros tantos sólo podía darme el lujo de tener un juego por Navidad y otro por cumpleaños.

Con cuidado le quite el papel de regalo a aquella enorme caja (que contenía una estupenda guía) y que, según mi memoria, olía sin ningún lugar a dudas a felicidad y a tiempos mejores. Inserté el cartucho en la consola, puse el canal en la tele del salón, le di al power y recé para que fuera lo que fuese aquel Illusion of Time me diese algo de munición para poder arrojar al día siguiente a mis compañeros en el recreo y a ser posible un buen juego que jugar y rejugar hasta abril, mi siguiente cita con la sección de videojuegos de El Corte Inglés.

Como se dice por ahí, lo demás es historia, y es que desde entonces hasta el día de hoy, varias décadas después, el JRPG sigue siendo uno de mis géneros favoritos, con muchas decenas, quizá la centena de juegos acabados y unos cuantos por empezar.

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Probablemente, algunos de los que hayáis leído hasta aquí hayáis vivido una historia similar, o probablemente si estabais en el bando contrario os llegara el turno con Soleil, The Story of Thor, o Phantasy Star. Espero que todos los que no, hayáis podido haceros una idea, aunque sea difusa, de lo que Illusion of Time significó para muchos de los que pudimos disfrutar de la generación de los 16bits. Porque muchas veces ni las capturas, ni los vídeos, ni lo que os pueda explicar nadie le puede hacer justicia a lo que un juego puede llegar a significar para alguien cuando aparece en el momento adecuado.

Illusion of Time no sólo me hizo amar los JRPGs, sino que también hizo que los videojuegos, que eran sólo un pasatiempo secundario en mi vida, pasasen a primera división en mi escala de intereses.

Por supuesto que no es un juego perfecto, el posterior Terranigma le pasaría la mano por la cara en casi todo un par de años después, y tampoco encontrábamos en él la complejidad y libertad de Secret of Evermore, pero definitivamente fue una elección adecuada por parte de Nintendo para introducir a toda una generación dentro de un género completamente desconocido en occidente.

Hay tres JRPGs de #SuperNintendo que marcaron nuestra infancia: #IllusionOfTime, #Terranigma y #SecretOfEvermore. Clic para tuitear

Lo que hay que admitir es que la calurosa acogida que recibió el título por aquellos entonces fue la que nos permitió a posteriori poder disfrutar de otros muchos JRPGs traducidos al español, tanto en Super Nintendo como en Megadrive, llegando el género a explotar definitivamente con aquel Final Fantasy 7 qué Sony, siguiendo el camino marcado, decidió traer traducido por Navidades para su casi nueva PlayStation y del que hablaré en otro momento.

Hay imágenes en la vida que permanecen para siempre en nuestra memoria, como la de aquella mascota, ese verano en la playa, o esa primera chica. Illusion of Time permanece en mí, dentro de ese rinconcito de cosas especiales; aquel cartucho, aquella tv y un niño con todas sus esperanzas puestas en una decisión de la que no estaba del todo seguro y que, como en las mejores historias, acabó bien, tremendamente bien.

About Adrian

Adrian Arribas es fundador de Generación Friki. Apasionado de los videojuegos, el manga y el cine desde la más tierna edad, también se encarga de redactar artículos para todas las secciones, aunque se centra especialmente en videojuegos, cine y eventos. Fuera de Generación Friki Adrian es desarrollador de software.

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