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Después de todo el revuelo que se montó tras el lanzamiento de Final Fantasy XIII los fans, decepcionados en su mayoría, empezaban a hablar del ocaso de la mítica saga. Sin duda fue una etapa oscura para el JRPG, ya que casi todos los juegos de este género que salieron por esta época fueron de una calidad mas que discutible: Square con su Last Remnant, apaleado por la crítica (que sin embargo con el tiempo se ha demostrado que es un buen juego) Tri Ace con Infinite Undiscovery, Bandai con Magnacarta 2 y una larga lista… Todos juegos que no destacaban nada en lo técnico y que eran demasiado conservadores en todos los demás aspectos. Esta acumulación de títulos del mismo  género sin nada especialmente destacable hicieron que la prensa y usuarios proclamaran a los cuatro vientos que el RPG japones estaba muerto. El que debía haber sido el mesías del género, Final fantasy XIII, no cumplía con las expectativas, echando por tierra las esperanzas de todos los fans depositadas en el título y en el género.

Sin embargo Square no se dio por vencida y ejecutó un movimiento que en el pasado no le había salido nada bien: En el E3 2011 anunció, contra todo pronóstico, dos secuelas más para Final Fantasy XIII, la primera, Final Fantasy XIII-2 saldría en Japón esas mismas Navidades (En febrero en Europa) y la segunda, Final Fantasy Versus XIII lo haría un tiempo después.

FINAL FANTASY XIII-2

Las promesas de Square-enix pasaban por dotar a esta secuela de más libertad de movimiento y de mejorar todo lo visto en Final Fantasy XIII. En esta ocasión el juego nos situaba 3 años después de los acontecimientos del título anterior, con Serah, la hermana de Lightning como protagonista, acompañada de Noel, un chico venido de un futuro donde ya no queda nada.

Las sensaciones a los mandos de Final Fantasy XIII-2 eran encontradas; por un lado tenemos un apartado técnico de muy alta factura, que sin embargo recicla gran parte de los enemigos y texturas de su predecesor. También contamos con una banda sonora de altísima calidad, de la cual varios de sus temas son remezclas de lo que pudimos escuchar en el título anterior. Incluso el sistema de combate no deja de ser una evolución del ya visto, arreglando errores y haciéndolo más ágil. Sin embargo todo el material que el juego recicla lo hace con cabeza; si los dos juegos se basan en el mismo mundo es normal que la flora y fauna de estos sea la misma, también comparten mitología, linea cronológica y todo lo que se puede esperar de una secuela al uso, así que el reciclaje de elementos está mas que justificado; sería criticable si solo hubiese elementos reutilizados en el conjunto final, pero no es así, el juego contiene mucho material original que no desentona con el fantástico nivel gráfico ni sonoro general del programa.

La historia, contada por capítulos, pone a los protagonistas a dar saltos en el tiempo aquí y allá, pudiendo visitar los mismos escenarios en varios momentos a lo largo de mil años y ver los resultados de nuestras acciones.

Esto nos deja una libertad de movimientos muy agradable que nos permite ir y venir a nuestra voluntad por los escenarios completando misiones secundarias sin que el argumento se vea resentido por ello. Square-Enix comprendió que no a todo el mundo le gustó el argumento complejo y enrevesado de Final Fantasy XIII así que en esta secuela nos presenta muchos menos elementos y una historia más simple y sencilla de seguir, pero se lía con los saltos temporales y las realidades alternativas, así que cuando por fin parece que tienen un argumento que todo el mundo pueda entender van y te sacan una docena de universos paralelos con diferentes paradojas temporales y la lían parda.

En resumen podemos decir que Final Fantasy XIII-2 es una buena secuela, que mejora en todo a su predecesor y que cumple lo que promete. Es una lástima que mucha gente, ahuyentada con lo que parecía que iba a ser y no fue FFXIII no le de una oportunidad a su segundo capítulo, se la merece.

Sin más os emplazo al análisis de Lightning Returns: Final Fantasy XIII para dar por concluida esta retrospectiva de lo que ha sido Final Fantasy en esta generación.