MATCH POINT: un golpe de suerte lo puede tener cualquiera

Cuando vi por primera vez “Match Point” (2005) mentiría si dijese que Woody Allen no me impresionó con la película. La verdad es que únicamente había visto dos cintas de él: “Annie Hall” y “Manhattan“, ambas comedias románticas y con ese toque especial de ironía que es tan propio del director. Con un argumento dramático, romántico, con cierto toque de erotismo a la vez y con una banda sonora compuesta por canciones de ópera, Woody Allen nos envuelve en esta fantástica película en la que el amor y la pasión parecen ser cosas diferentes.

“Match Point” nos habla de Chris Wilton (Jonathan Rhys Meyers) un joven tenista exprofesional que viaja a Londres en busca de nuevas motivaciones y de un trabajo para ganarse la vida. Gracias a su experiencia como jugador en ese deporte es contratado como profesor en un club deportivo de la alta sociedad londinense donde conocerá a Tom (Matthew Goode), un fan aficionado e hijo de Alec (Brian Cox) y Eleanor (Penélope Wilton) una familia de clase alta quién enseñará y envolverá a Chris en los placeres y en el lujo de la capital inglesa. Rápidamente, el amor llamará a su puerta, Cloe (Emily Mortimer), la dulce e inteligente hermana de Tom se enamorará de él convirtiendo al jugador de tenis en un importante hombre de negocios trabajando en la empresa de su adinerado padre. Pero algo que Chris no esperaba se interpondrá en su vida de elegancia y acomodada. Nola Rice (Scarlett Johansson), una actriz americana en busca de su estrellato en tierras inglesas y novia de su mejor amigo, hará replantearse al ex jugador en qué consiste el amor.

La película nos sumerge en el complicado y cotidiano mundo de las relaciones de pareja, en las preocupaciones (es muy preocupante saber si está reservado el mejor sitio para ver una obra de teatro, elegir el vestido para una fiesta…vamos, si eso en algún momento se pudiese llamar preocupación), de las familias millonarias y acomodadas de Londres cuyo uno de sus máximos objetivos en sus vidas es casarse y tener hijos cuanto antes (y no casarse con un hombre o una mujer cualquiera, por supuesto, que si se trabaja en una tienda de ropa ya no se es digno de ellos, ojo), y en pensamientos donde el azar y la suerte pueden resultar ser los mejores aliados de una persona. Woody Allen nos plantea una historia donde el amor y la pasión no siempre van cogidos de la mano, donde la ambición y el egoísmo del ser humano por quererlo todo puede llevar a un peligroso juego donde la mentira será la protagonista.

Unas interpretaciones más que correctas de todo el reparto de la película, una indudable química y pasión entre los personajes Chris y Nola, una envolvente banda sonora, una buena exposición de la alta vida inglesa, un ligero toque de intriga y un papel más que importante de la suerte y del destino, hacen de “Match Point” una de las películas de Woody Allen imprescindible de ver y completamente merecedora de las cuatro nominaciones a los Globos de Oro en 2006 (Mejor Película Dramática, Mejor Director, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Guión) y del premio Goya a la Mejor Película Europea también en el mismo año.

(8 / 10)