PROMARE: para ti, fan de Trigger.

Promare está dedicada a todos aquellos que vieron Tengen Toppa Gurren Lagann en el 2007, se enamoraron de ella y 13 años después siguen convencidos de que aquella obra maestra ocupa un papel inamovible en su corazón. Promare (Trigger, 2019 Japón, 2020 España) no es ni mucho menos una heredera espiritual, ni secuela, ni puede que homenaje, pero sí es la forma en que Trigger (los ex de Gainax) entiende que se tiene que desarrollar un protagonista molón: inspirándose en nuestro querido Kamina.

Hasta aquí lo bonito y nostálgico, quizás deberíamos empezar este análisis preguntándonos una cosa: ¿sabía la gente lo que iba a visionar cuando fue a ver Promare?

Si por algo se caracterizaba Gainax y ahora Trigger es por la animación experimental. Les gusta innovar, dar algo diferente al público de lo que está acostumbrado a ver en el anime; sin ir más lejos, recordemos los últimos capítulos de Evangelion, que tanta polémica causaron.

El resultado de esta filosofía en la película de Promare es un diseño muy basado en los polígonos y que abarca tanto a los mechas, como a los personajes o los escenarios. Un diseño muy anguloso que desbanca a la última apuesta de Trigger de obras como FLKL, Kill la Kill, Tengen Toppa o Darling in the Franxx.

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Una apuesta atrevida, bajo la dirección de Hiroyuki Imaishi, que volverá a dejar tanto fans como hatters. Por mi parte, pese a disfrutar con su atrevimiento, sí que reconozco que este estilo basado en líneas rectas y ángulos me resultaba difícil de seguir, perdiéndome detalles de las escenas. Esto me hace pensar que una animación de este tipo sería complicada de mantener en una serie ya que posiblemente cansaría.

Y descarto por supuesto que se trate de un tema de presupuesto. Trigger se caracteriza por primar la austeridad en las escenas de diálogo para volcarse en las escenas de acción. Es cierto que todos los estudios lo hacen, pero con Trigger se nota aún más. Quizás por eso me extraña que, pese a su presupuesto, la animación no es lo que cabría esperar, quedando lejos de igualar las escenas de acción de Kill la Kill o Tengen Toppa.

Y sí, es inevitable que acudamos una y otra vez a la comparación, ya quedará tiempo para juzgar esta obra por sí misma y pretendo hacerlo, pero la realidad es que es complicado separar Promare de sus antecesoras sin antes no fijarnos en todos esos detalles que nos recuerdan a estas últimas, juzgando si nos encontramos ante algo mejor o peor.

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A falta de un Viral que acompañe a un Kamina, tenemos a Lio Fotia compitiendo con Galo.

Por eso, cuando os digo que la estructura de la historia es muy parecida a la de Kill la Kill hay que saber ver más allá de una crítica o una queja y entender por qué lo digo. Promare trata sobre un grupo de bomberos que trabajan en una ciudad donde algunos seres humanos llamados Burnish han desarrollado la capacidad de generar fuego. Eso hace su trabajo más peligroso e impredecible y su labor es más importante que nunca ya que no sólo se enfrentan a las llamas, sino a los mutantes. No obstante, como suele pasar, nada es lo que parece.

Y este “nada es lo que parece” es lo que la acerca a sus predecesoras tanto en el giro de guion como en la empatía con los enemigos, dos puntos en los que destacaba tantísimo Tengen Toppa y que aquí, se queda corto a la hora de intentar igualar su carisma y epicidad. También es cierto que no dispone de las mismas horas de metraje para desarrollar guion y personajes, pero no deja de ser sorprendente la pobreza de tratamiento de personajes secundarios, tan relegados a ser un mero acompañamiento del personaje principal, Galo Thymos, el hermano gemelo arrollador cuasi molón de Kamina, menos histriónico, menos épico y sin la compañía de un Simón que le complemente, faltando esa simbiosis que tanto supimos valorar en Tengen Toppa.

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Pero repito que no hay tiempo. Es una película y, si nos centramos en la acción y las filigranas técnicas como así decide hacer Promare, nos tenemos que olvidar de que el guion considere apoyar un buen desarrollo de personajes y aporte diálogos trascendentes. ¿O quizás no?

Hay que saber lo que nos vamos a encontrar. Promare, con su paleta de tonos pastel, su diseño anguloso, bebiendo de las fuentes de todos sus éxitos anteriores y con su original argumento no se hace en absoluto aburrida. No es genial, no es perfecta, pero su ritmo fluido y esa vocecita en la cabeza que nos dice “esto es un bocado de aquella pizza que me gustó tanto” hacen que se disfrute muchísimo. Bien podemos permitir que Trigger siga dándonos de vez en cuando pequeñas dosis de epicidad.

Promare

7.4

NOTA

7.4/10

Destaca en:

  • Un diseño atrevido y original.
  • Como producto en sí mismo es satisfactorio.
  • Los amantes de Gainax y Trigger disfrutarán del “homenaje”.
  • El personaje de Galo se hace querer.

Podría mejorar:

  • Pobre desarrollo de personajes secundarios.
  • Demasiado énfasis en la acción.
  • A veces se siente como un quiero y no puedo.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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