OKJA: Una flecha directa al corazón

Hace unos meses Okja (2017) fue noticia en el mundo del cine cuando, al tratarse de una producción original de Netflix (y que por lo tanto no sería proyectada en ninguna sala), fue abucheada sin piedad durante el archiconocido festival de Cannes. Si dejamos de lado todo el asunto de lo correcto (o no) que supone estrenar películas directamente en esta plataforma, se me antoja irónicamente apropiado que la polémica haya rodeado a la cinta desde su mismo estreno.
Es seguro que el director sur-coreano Bong Joon-ho estaba preparado para que su película no dejara indiferente a nadie, al fin y al cabo estamos ante una obra que habla de la industrialización y el consumo de carne, entre otros temas y, aunque en un principio la atención haya sido desviada por temas ajenos a la película en sí, al final todo eso ha quedado olvidado con el estreno en Netflix de la misma.

Así, nos toca preguntarnos: ¿es Okja una película que verdaderamente intenta contarnos algo o solo se aprovecha de un tema controvertido para conseguir estar en boca de todos?

La relación entre Okja y Mija es uno de los puntos fuertes de la película. Mirad qué majas

La trama nos cuenta la historia de cómo una niña surcoreana llamada Mija (Ahn Seo Hyun) mueve cielo y tierra para recuperar a su amiga Okja, un supercerdo modificado genéticamente, de las garras de la enajenada Lucy Mirando (Tilda Swinton), directora y cara pública de Mirando Corporation, una empresa dedicada a la producción y distribución de carne por todo el globo que intenta conseguir un regreso triunfal al mundo de los negocios gracias a su plan de utilizar cerdos transgénicos para maximizar sus beneficios y estirar la producción hasta límites insospechados.

Si nos fijamos en la sinopsis, el tema abordado por Joon-Ho es más que evidente. Estamos ante una película que habla de la creciente industrialización sin freno que tanto caracteriza a nuestra especie, y de la pasividad e indiferencia con la que empresas y consumidores tratan al entorno y los animales que lo habitan. Se trata de un tema complicado y muy trillado, por lo que el papelón al que se enfrentaba el señor Bong era más que considerable: ¿cómo transmitir un mensaje tan complejo a una sociedad tan pasada de vueltas?

Desde luego que hablar de algo así (y de forma exitosa) en plena Era de la Información no es tarea sencilla, pero lo cierto es que poco se le puede reprochar a la forma de abordar el tema escogida por el director. Bong Joon-Ho no intenta aleccionarnos ni darnos una lección con su película; trata un tema incómodo, pero lo hace de forma sincera y sin ningún atisbo de frivolidad, entendiendo que si quieres que un mensaje cale en el espectador no debes instruirlo, sino emocionarlo.
Okja no pretende que te conviertas en un activista o que te vuelvas vegetariano, ni mucho menos, su intención es concienciar por encima de todo y lo que busca es que el espectador sea más consciente del verdadero precio de entender la carne como un producto más: el sufrimiento de seres inocentes que, sin entender cómo ni por qué, se ven atrapados en un sistema de producción tan despiadado como irresponsable.
Y lo mejor de todo es que lo consigue, la película hace un trabajo magnífico a la hora de tocar nuestra fibra sensible ayudando a que cualquiera se cuestione su propio sistema moral después de verla.

Sin tiempo para aburrirse

Ahora bien, si dejamos todo eso de lado y nos centramos en lo puramente técnico, podemos hablar de una película con una personalidad desbordante y un ritmo endiabladamente adictivo. No hay tiempo para aburrirse en Okja, y la presentación de la trama y los personajes, así como la sucesión de escenas y eventos, es terriblemente ágil y entretenida, siendo todo un placer sumergirnos en una cinta que sabe cuándo hacer chistes (llega a rozar el humor negro) y cuándo ponerse seria, recordando incluso en ocasiones al cine de West Anderson.
Quizás lo único criticable en este aspecto es el cambio de tono tan notable que hay entre la primera y la segunda mitad de la película, que es mucho más oscura y triste que la primera, pero se trata de un detalle menor y no suponen ningún problema de ritmo ni de ninguna otra clase más allá de un par de sorpresas, algo desagradables, que no ves venir en absoluto, aunque tratando el tema que trata habría sido algo hipócrita no mojarse con escenas incómodas.

Tilda Swinton interpreta a un personaje al que odiareis y querréis a partes iguales.

En cuanto al reparto, aquí también podemos hablar de un trabajo notable tanto por parte de los actores como por la elección de los mismos, siendo especialmente destacable el trabajo de Ahn Seo Hyun, Tilda Swinton y Paul Dano, que realizan interpretaciones realmente destacables e impregnadas de personalidad . El único que no acaba de cuajar del todo es el personaje que interpreta Jake Gyllenhaal, que al principio resulta divertido pero que luego toma una dirección algo inesperada que no termina de convencer.
Mención aparte merece la propia Okja que, si bien esta recreada mediante animación cgi, consigue transmitir un gran abanico de emociones e implicar emocionalmente al espectador. Es un cerdo-hipopótamo gigante ¿realmente os sorprende que sea monísimo?

Estéticamente, nos encontramos ante una película colorida, que utiliza colores alegres y tonos pastel en su mayor parte para luego pasar a una escala de colores más gris y opresiva en los segmentos más dramáticos, lo que ayuda a reforzar la sensación de que nos encontramos ante una película con mucha personalidad y en la que el director ha gozado de una enorme libertad creativa (cortesía de Netflix sin duda).

¿Merece la pena darle una oportunidad a Okja?

Sin duda, estamos ante una película que destaca en casi todos sus apartados, con mucha personalidad y que trata un tema muy delicado de forma realmente sencilla y sin pretensiones, invitando a la reflexión en lugar de aleccionar y transmitiendo su mensaje de forma tan contundente como efectiva, consiguiendo hacer que nos planteemos nuestra posición ante la industria de la carne. Una película divertida, ágil y con mensaje, que se mueve entre la comedia y el drama, y a la que solo se le puede reprochar el cambio de tono algo brusco de su segunda mitad y el desaprovechado Jake Gyllenhaal. Muy recomendable.

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Okja

8

NOTA GLOBAL

8.0/10

Destaca en:

  • El tema que trata, así como la forma de hacerlo
  • Sabe alternar entre comedia y drama con gran soltura
  • Okja es realmente adorable y resulta imposible no encariñarse con ella.
  • El reparto y sus actuaciones.
  • La estética, así como la paleta de colores, es de lo más acertada.

Podría mejorar:

  • El personaje interpretado por Jake Gyllenhaal, muy divertido pero algo desaprovechado.
  • La transición de la primera a la segunda mitad es algo brusca

About Mr. Thanos

Mr. Thanos nació con un sable láser en una mano y el guantelete del infinito en la otra, adora el cine, los libros, comics , videojuegos, mangas y animes, si son gore mejor. Es recomendable no darle de comer a partir de las 12

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