Acabo de volver a ver Soul Eater (2008). Es una de esas series que me hace exclamar eso que todos hemos dicho alguna vez: “¡Es buenísima! No entiendo que no tenga éxito”.
Con la cantidad de animes que nos llegan cada temporada de Japón es normal que tengamos que elegir entro lo mejor que se ofrece, pero realmente cuando Soul Eater apareció, me pareció una buena elección y sigo sin arrepentirme de ello pese a la decisión, tan habitual en las políticas japonesas de anime, de cortar la serie de forma abrupta (y dejar tantas incógnitas pendientes) puesto que es de lo que más tira para atrás a la gente a la hora de ponerle una nota alta; pero yo, particularmente no creo que esa precipitación de los acontecimientos sea negativa tal y como lo dicen. Es más, creo que es un punto a su favor, puesto que no hay relleno de ningún tipo. Y esa es una de las mejores cosas que se le pueden pedir a un anime: que vaya al grano. ¿Qué no soluciona todos los problemas? ¿Qué más da? Nunca ha sido un punto negativo dejar finales abiertos.
Lo que hace, lo hace bien.
Soul Eater se dio a conocer como un manga 5 años antes que el anime. Su calidad (mayor que la del manga en general) hizo que la gente se animara a verla; eso, y que tiene todos los componentes para gustar: mundos fantásticos, exaltación de la amistad y sus consabidas moralejas, batallas épicas, personajes carismáticos con pasados turbios, la eterna lucha entre el Bien y el Mal….y una cosa que a mí me encanta que es el humor negro. Es una serie de carcajada fácil.
Cierto es que se le pueden encontrar similitudes con Naruto (y largo se ha hablado del tema) pero es que por esa regla de tres podrías encontrarle similitudes con cualquier serie. Es decir, sólo tenéis que repasar los elementos que comúnmente encontramos en cualquier anime decente de género shonen: personajes de todo tipo (chica mona/tetona, un chulo, un neurótico, el tío que lo fastidia todo…), batallas donde cada uno tiene una habilidad diferente, etc….para ver que Soul Eater (y cualquier anime shonen) no es que peque de original en este tema. Lo importante es que lo que hace, lo hace bien.
Y aún así, se trata por un lado de una serie muy original, con un argumento simpático y personajes carismáticos que proporciona a la trama, bastante dramática, todo hay que decirlo, el equilibrio adecuado. Por otro lado, sus atractivos diseños, su pegadiza banda sonora y la dinámica acción que impregna cada capítulo la completan a la perfección.
Yo os aconsejo que abráis la mente y le deis una oportunidad porque viendo este anime os podéis encontrar con una sorpresa muy agradable: os lo habéis pasado bien, os habéis reído mucho, sentiréis ese gusanillo buenrollista que os invade con las moralejas sobre la lealtad y la amistad que tan bien saben transmitir los animes japoneses y no tendréis porqué sentiros indignados ni con el final ni con posibles analogías.
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