La gran mayoría de la gente que asiste a estas jornadas sobre desarrollo de videojuegos suelen ser jóvenes (o no tan jóvenes) en busca de consejo sobre cómo moverse, desarrollarse o simplemente iniciarse en la compleja industria de los videojuegos (de hecho, ya hablamos de ello en otro artículo desde otro punto de vista).
Mención extra tienen los juegos indie, que por sus particularidades (ante todo sus pequeños estudios, a veces compuestos por una o dos personas) son tan amados por sus creadores como difíciles de sacar al mercado. Esto convierte a los desarrolladores en fascinantes y competentes máquinas de ilustrar, editar, buscar monetización, desarrollar labores de marketing y mil cosas que muchas veces no tienen que ver con desarrollar, que en realidad es lo que ellos quieren.
Ante esto, hemos extrapolado de las conferencias a las que asistimos en la Gamelab 2019 una serie de consejos impartidos por diferentes gurús del medio, algunos auténticos gigantes de los videojuegos, que durante sus ponencias nos han hablado de qué consejos se les puede dar a los futuros desarrolladores de videojuegos indie. Así, tras escuchar a Mike Morhaime, Cory Barlog, Dani Sánchez Crespo, David Cage, Josef Fares u Horacio Martos, llegamos a la conclusión de que hay mucho de lo que aprender si sabemos rascar bien:
1) Debes convertirte en multiusos
Ya parecía que estaba claro este consejo, tras la introducción que hemos realizado. Nos gusta programar, pero no tanto fijarnos en el resto de aspectos necesarios para que nuestro juego salga adelante. Si quieres que finalmente tu videojuego sea una realidad, vas a tener que aprender lo más que puedas sobre todos los campos posibles.
Obviamente, a medida que tu pequeño estudio crezca, podrás echar mano (y deberás) a profesionales de diferentes sectores. No sólo tú aprenderás más de aquellos campos que te resultaban ajenos y de los que has tenido que aprender a la fuerza, sino que mejorarás la calidad de tu producto y servicio.
2) No dejes la financiación para lo último
Si crees que lo primero que debes hacer es realizar tu juego indie y luego buscar financiación, te has equivocado. Considera que tendrás que dedicar la mitad del tiempo a desarrollar, y la otra mitad a buscar dinero.
3) Usa el código disponible
Si eres un pequeño estudio no te compensa crear tu propio código. Sí, querréis hacerlo como desarrolladores de videojuegos indie que sois, pero no compensa y, realmente, existe mucho material, en cuestión de gráficos, sonido y scripts que se pueden usar de manera gratuita o por poco dinero y que os ahorrarán muchísimas horas de trabajo, y algunos de sus acabados son realmente profesionales.
4) Haz uso de las metodologías ágiles
Las metodologías ágiles de trabajo son sistemas relativamente nuevos en España. Vienen importados de EEUU y de Japón y sobre todo lo usan las empresas tecnológicas. No empecéis vuestro proyecto sin antes empaparos de cómo funciona Kanban o Scrum y hacérselo aprender al resto de vuestro equipo. Es fácil, rápido de aprender, y ahorra muchísimo tiempo, ya que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto. Otra ventaja incuestionable es que permiten involucrar al cliente en la evolución del proyecto, evitando retrasos en el desarrollo.
5) Tu reputación es tu futuro
Parece que es un mundo muy grande, pero ya sea por el perfil tecnológico y globalizado o porque la gente simplemente habla, que al final todo el mundo, en el universo de los videojuegos, se conoce. Por ello, es imprescindible que te labres una buena reputación o nadie querrá trabajar contigo. No sólo tienes que desarrollar tu juego, porque por muy bueno que sea, si tú no trabajas las relaciones interpersonales, a nadie le interesará invertir en tu proyecto.
Un buen sitio donde dejarte ver y que muchas veces está infravalorado son las ferias donde podrás darte a conocer, enseñar tu producto y coger tablas para cuando tengas esa reunión verdaderamente importante en la que quieres conseguir inversores o colaboradores.
6) Tecnología vs Marca
A los desarrolladores, programadores y diseñadores nos encanta la tecnología. Aprendemos, desechamos, nos enamoramos de motores gráficos, editores de vídeo y sonido y volvemos otra vez a hacerlo. Pero nada de eso sirve si el potencial jugador no se enamora de nuestra marca. Por ello, porque lo que perduran son las emociones, es más importante que prestemos atención a la marca por encima de la tecnología.
7) Establece claro el orden: primero el mercado, después la creatividad
En España vamos un poco contracorriente; sufrimos el impulso creativo, luego desarrollamos el juego y después pensamos en la comunidad de jugadores, cuando lo ideal desde un punto de vista profesional (que es el que nos interesa, porque lo que queremos es dedicarnos laboralmente a ello) es establecer las necesidades y deseos del mercado (a qué quiere jugar el jugador, vaya) y a partir de ahí ver qué videojuego podemos desarrollar.
8) Calidad vs cantidad
Que hay que ofrecer el mejor producto posible es indiscutible. Aquí y en cualquier lado. Si queremos la excelencia, si queremos ser los mejores, si queremos que nuestro producto o servicio gane premios, venda mucho o sea reconocido, hay que aspirar a hacerlo lo mejor posible. Esto a veces está reñido con ofrecer algo complejo, innovador, profundo, desafiante… ¿quién no ha querido en esta industria desarrollar un videojuego que lo englobara todo al estilo GTAV? y no lo conseguimos porque, por querer rizar el rizo, nuestro juego hace aguas por muchos sitios, ¿quién no recuerda No man’s sky? Si tenemos que escoger, decide qué tres o cuatro aspectos hacen a tu juego diferente y céntrate en ellos.
9) El juego no se acaba con el lanzamiento
Puede que creas que con el lanzamiento del videojuego tu trabajo está hecho, pero tu objetivo no es sólo que el juego se monetice o que la industria lo conozca. Como ya hablamos en el consejo nº 5, si tu reputación es tu futuro, tu pequeño juego indie es tu pasaporte a algo más grande. Por ello, no debes olvidarte de la comunidad de jugadores, ya sea trabajando en el producto para ofrecer más contenido, o lanzar actualizaciones que corrijan problemas o que añadan funcionalidades, o interactuando con tu fan base de forma que, al final, el juego se sienta como un ente vivo.
10) Arriésgate
La mayoría de los juegos que triunfan son resultado de una primera persona con una idea muy loca que se atrevió a pensar a lo grande. Da igual si tu juego es pequeño o tecnológicamente discreto, si crees en tu idea, atrévete a desarrollarla. Juegos como Undertale, Stardew Valley o Minecraft partieron de ideas innovadoras, con pocos recursos y desarrolladas por una sola persona, ¿qué hay más arriesgado que eso? Y todos conocemos los resultados.
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