MOZART IN THE JUNGLE: serie ligera, temas profundos y música maravillosa

Mozart-in-the-Jungle-Generacion-Friki-PORTADAMozart in the Jungle es una serie bastante curiosa. Sus cosas buenas te ciegan de tal manera mientras la ves que te cuesta ver la cosas malas que, sin duda, también están ahí. Esas comedias dramáticas o dramas románticos o como los quieran llamar no acaban de resultar adecuados para catalogar esta serie. Sí, algo de gracia tiene, pero no como para ser una comedia, y algo de drama también, pero nada que no se resuelva de forma liviana, y no tiene tanta música como para ser un musical…y este pastiche entonces es su mayor virtud y su mayor defecto. Agrada a todo el mundo, se ve de forma ligera y agradable, pero no acaba de ahondar en nada y su drama no acaba de convencer. ¿Debo por tanto recomendaros ver Mozart in the Jungle?

Esta serie tiene tres argumentos que suceden de forma paralela: la historia de la joven oboísta Hailey Rutledge (Lola Kirke) que intenta hacerse un hueco dentro de las orquestas de Nueva York con la ayuda de su amiga Lizzie (Hannah Dunne), la historia del director Rodrigo de Souza (el galardonado Gael García Bernal) un genio que viene a revitalizar la Orquesta Sinfónica de Nueva York, y la historia de dicha orquesta, sus componentes (Saffron Burrows como la violonchelista Cynthia, Joel Bernstein como el violinista Warren, Mark Blum como Union Bob, Debra Monk como la oboísta Betty… ) y la organización y directores que lo integran (destacando Malcolm McDowell como el maestro Thomas y Bernadette Peters como Gloria).

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Estos tres hilos están entretejidos entre sí mostrando por un lado la dureza de dedicarse a la música en particular y al arte en general, tanto para las relaciones personales como para la vida profesional, así como  la burocracia que lo impregna todo, demostrando que por ser un arte no deja de ser un oficio.

Los grandes temas que se tratan en la serie

Y este es un punto de vista que queda claro desde el primer momento de la serie. Puede que a los genios y a los artistas sólo les importe la música y el arte, pero una orquesta también es un negocio, la música es un negocio y hay que poner los pies en la tierra para generar dinero. La dicotomía entre negocios y música es un tema recurrente en la serie y posiblemente el único que está abordado de manera seria. Posiblemente tocan todos los palos: desde la dificultad de contratar a alguien que te parece mejor que quien está en ese momento, hasta los problemas de financiación para que la propia orquesta siga existiendo, pasando por la lucha de los trabajadores por sus derechos.

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La huelga es uno de los principales temas que trata la serie.

Hay una frase que pronuncian durante el capítulo 7 de la primera temporada que resume bastante bien esta dicotomía de la que hablaba: ¿recaudamos dinero para hacer música, o hacemos música para recaudar dinero? Y conocer los entresijos de este mundo es una de las razones por las cuáles vale la pena ver Mozart in the Jungle.

Otra de las razones también nos la dan en la misma serie, al final de la tercera temporada, y es que conocer y escuchar este tipo de música debería de estar permitido para todo el mundo. Generalmente la música clásica se ha asociado a gente culta, de un nivel socioeconómico elevado. A través de la trama se nos presentan situaciones que nos recuerdan que los tiempos cambian, que la música está al alcance de todo el que quiera conocerla pero sí, que también se siguen dando los clasismos.

El Maestro Rodrigo está ahí para ser representante de ese espectador mundano. Anula las clases sociales, acerca a los seres humanos entre sí, rompe las barreras de lo establecido y lo clásico y da a conocer la música en la misma calle, demostrando que la música clásica no es cosa de viejos, clásicos, ricos o culturetas. Todo el mundo puede disfrutarla.

Esto no quiere decir, no obstante, que la serie nos muestre una orquesta sinfónica joven y revolucionaria. Algunos de los músicos son decididamente clásicos siendo muy jóvenes y otros, siendo mayores, son adaptables, pero sí que es una orquesta diferente de lo que uno espera ver.

Tenemos que tener en cuenta que detrás de los músicos hay gente normal y corriente con sus problemas, sus vidas, sus ilusiones, y probablemente es lo que Blair Tindall, autora del libro Mozart in the Jungle: sexo, drogas y música clásica pretendía al escribir sobre su experiencia como músico en la Orquesta Filarmónica de Nueva York así como en shows de Broadway; sin embargo, no es una serie que vaya de amar la música, ni siquiera quiere que la amemos, sino de todo lo que hay detrás. Lo cual no impide, por supuesto, que no puedas notar lo mucho que aman la música los personajes y te sientas implicado en las tramas. Y sí que cualquier público normal, el espectador casual e incluso el amante de la música, le agradará el mimo con el que se trata a los instrumentos y la pasión que se pone en la música. Así, la serie devuelve la grandeza de los mismos y de la importancia de los músicos.

Otro de los grandes temas de que trata Mozart in the Jungle es del miedo al cambio y de las cosas buenas y malas que trae consigo. Así, se habla de los sueños frustrados, de aquello a lo que ya no nos atrevemos a hacer por comodidad, de nuestros talentos tirados, de aquello que se queda en casa, de los hobbies, de desesperanza, de amor, de confusión, del ojalá, del me gustaría, del por qué no, de obligaciones, de decisiones…En definitiva, si os sentís mal viendo estas situaciones quizás deberíais cambiar algo de vuestra propia vida.

La segunda temporada ahonda mucho en estas cuestiones. En aquello que es importante para nosotros (Dios, la música, los deberes, los placeres, el olvidarse de uno mismo…) y de la lucha con nosotros mismos. Vejez vs juventud, muerte vs vida. Agarrar la vida o soltarla, cambiar para rejuvenecer, madurar para crecer. Viviendo el momento, aprovechando las oportunidades.

Los personajes

Casi todos los personajes que la serie trata con algo de profundidad padecen los temas que he comentado antes, pero seguramente donde más se ve es en Rodrigo, Thomas y Hailey. En el viejo director Thomas, quien es sustituido por Rodrigo, demostrando que sólo puede haber un rey en la jungla y que cuando asciende uno nuevo, el anterior se retira, se crea la duda de qué camino tomar a partir de ahora o si ya no habrá camino. En Rodrigo, quien no engaña en su papel de loco (sólo es un poco excéntrico), pero cuya visión del mundo, su indecisión a actuar, su forma de tratar a la música y su falta de autoestima por causa de su mujer Ana María (Nora Arnezeder) crean ese personaje tan atractivo. Y en Hailey, cuya vida es una mezcla de Andy de El diablo se viste de Prada y Andrew de Whiplash solo que intentando conciliar vida laboral y familiar y así no ser tan radical como los otros personajes.

No están locos. Sólo son esos momentos en que los protagonistas mantienen diálogos internos y sus palabras traen de vuelta a los músicos del pasado.

El resto de los personajes están a la altura de una producción de este tipo, siendo lo más delicioso los cameos o apariciones recurrentes de actores famosos como Wallace Shawn (La princesa prometida) en su papel del mejor pianista del mundo, Dermot Mulroney (La boda de mi mejor amigo) como el gran chelista Andrew Wallace, Peter Vack como el bailarín Alex o Monica Belluci como la diva Alessandra; así como artistas de la talla del gran violinista Joshua Bell o nuestro querido tenor Plácido Domingo, demostrando con esto que la serie tiene más presupuesto de lo que nos habíamos imaginado.

Y a pesar de todas estas cosas buenas…

Pues sí, la serie es montonera. La disfrutaréis si os gusta la música, porque siempre está presente, a trozos o en grandes escenas, pero siempre está ahí, y aunque no sepáis nada de la misma la seguiréis disfrutando, pero la serie en sí misma toca casi todos los temas importantes de puntillas.

Buenas actuaciones, buena dirección, trama entretenida, ritmo fluido, pero podría haber dado mucho más de sí y casi todos los problemas que se presentan pasan como una balsa de aceite, incómoda, pero no realmente preocupante. Quizás tenga la culpa el querer ser algo mainstream, o quizás esos capítulos de sólo 20 minutos y temporadas de sólo 10 capítulos que no ayudan a desarrollar la trama. Quizás han desarrollado tramas secundarias demasiado ambiciosas y han dejado de lado lo importante. Y ya a punto de empezar esa cuarta temporada, cortesía de Amazon, ya no vaya a cambiar el estilo, así que si sabemos a lo que nos enfrentamos, y sencillamente nos conformamos con que sea entretenida nos vale perfectamente como serie para visionar.

Mozart in the Jungle

6

NOTA GLOBAL

6.0/10

Destaca en:

  • Química entre personajes
  • Todo sucede de manera fluida
  • La música es apropiada y a veces mágica

Podría mejorar:

  • Toca temas profundos de forma demasiado ligera
  • Cualquiera que sepa de música notará fallos relacionados con la ejecución de la misma
  • Los capítulos cortos no dan para desarrollar las tramas de la forma debida.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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