Los que leéis habitualmente la página sabréis que me considero una gran fan de las películas de Walt Disney, tanto de los clásicos como de las producciones más modernas. Si hay algo que caracterice a sus películas es por contar con personajes femeninos en buena parte de sus historias pero, ¿qué rol tienen ellas en los films? ¿han ido evolucionando con el paso de los años o por el contrario ha sido el mismo? Aquí lo vemos de la siguiente manera y lo diferenciamos en tres fases:
Los años en los que las mujeres eran indefensas:
Estaréis de acuerdo conmigo que desde “Blancanieves y los siete enanitos” (1938) hasta “La bella durmiente” (1959), los personajes femeninos no llamaban prácticamente la atención. Eran mujeres claramente planas, estereotipadas, casi sin personalidad, sin valentía, ni iniciativa, ni voluntad propia, con el fin único de limpiar la casa, hacer la comida y mantener el bienestar del hogar. Incluso podemos hablar de mujeres que se “enamoran” de hombres enmascarados como príncipes azules y caballerescos sin apenas conocerles. ¿O es que acaso Blancanieves conoce a su amor verdadero? ¿Y lo de Cenicienta? Y lo que es mejor todavía: ¿lo de Aurora, la princesa dormida que es capaz de sentir el sentimiento más profundo por su príncipe encantador al abrir los ojos y verle por primera vez? Por supuesto, hay que hacer una excepción con los personajes femeninos malévolos, que aunque sean villanas, parecen tener más sangre en las venas, más convicción y más independencia que las futuras princesas.
Por supuesto, también hay que tener en cuenta otras características más de las mujeres de Disney de esta época: su extrema delicadeza, ese absurdo concepto de “el príncipe vendrá a por mí y me salvará” para luego caer desmayadas casi al instante… En esta prácticamente década, hablando de las películas que protagonizan mujeres, claro, podemos hacer una más que evidente excepción. No es otra que la maravillosa y poco valorada “Alicia en el País de las Maravillas” (1951), que cuenta con una protagonista creativa, soñadora, valiente y aventurera, a la par que desobediente, claro.
Los años en los que las mujeres en Disney empiezan a despertar:
Está claro que desde “La Sirenita” (1989) hasta las novedosas “Enredados” (2010) y “Frozen” (2013), los personajes femeninos de las películas han evolucionado de manera gigantesca. Nos encontramos una Ariel, capaz de enfrentarse a su padre por sus propios ideales y principios, capaz de luchar por el amor del príncipe y plantarle cara a la mismísima Úrsula. Está claro que en “La “Sirenita”, Eric, el personaje masculino, queda prácticamente en un segundo plano. Lo mismo pasa con la estupenda “Aladdin” (1992). La princesa Jasmine, un personaje luchador, valiente, fuerte, inconformista y con una gran iniciativa, se enfrenta junto a Aladdin al mismísimo Jafar. El mismo Aladdin, cuando habla de ella, la describe como ingeniosa, divertida (aparte de guapa, claro). Junto a ellas unas increíbles, apasionadas e inteligentes Bella, Pocahontas, Jane, Mulán, Megara, Tiana y Rapunzel. Y aunque el amor romántico con sus parejas masculinas sigue existiendo, al fin y al cabo ¿quién no aspira a ser amado?, parece que no es lo más importante de la historia. En este apartado tenemos que hacer hincapié en “Frozen”, siendo el argumento de la película el amor fraternal entre Elsa y Ana y no el principesco al que Disney nos tenía acostumbrados hace años.
La Era de Disney-Pixar, donde las mujeres tienen muchas cosas que decir:
Sin duda alguna es con Disney-Pixar (gracias Pixar) cuando nos encontramos a unas mujeres modernas, valientes, con personalidad propia y con muchas cosas que decir. ¿O es que las protagonistas de “Los Increíbles” (2004) no os resultan suficientemente valientes? ¿Y qué me decís de Mérida? Una princesa con una gran moralidad, diferente, decidida, independiente, con fuerza y con pensamientos únicos. Está claro que Disney-Pixar con ”Brave”(2012), dejó atrás el tradicional concepto de “necesito un príncipe para ser feliz”. Por supuesto, que los personajes femeninos cambien, no quiere decir que las películas lo hagan. Para eso hay que esperar un pelín.
Yo he crecido con los clásicos de Disney, veía una y otra “Cenicienta” y “Blancanieves”, pero no le daba importancia al rol de los personajes femeninos, seguramente porque casi todas ellas tenían un final feliz y se casaban con su amor verdadero. Evidentemente, la realidad queda muy alejada de estos clásicos. Las mujeres hemos luchado mucho para estar ahora donde estamos, para que se nos considere mucho más que “procuradoras del bienestar del hogar” (y eso que todavía nos queda mucho por hacer). Los cuentos de hadas, de princesas y príncipes, se tienen que quedar en lo que son: cuentos. Cuentos que han alimentado nuestra infancia. Sin embargo, el hecho de que evolucionemos no quiere decir que no debamos disfrutar con ello: a las niñas que le gustan esos clásicos no quiere decir que vayan a ser menos inteligentes, que vayan a ser menos independientes y que se vayan a enamorar del primero que pase. Creo que es, más que nada, una cuestión de gustos y, por supuesto, digno de respeto ¿no?
Lo que ha sabido hacer muy bien Disney es camelar a su público objetivo. Disney se ha adaptado a los tiempos. Antiguamente, con los matrimonios de conveniencia, las parejas se casaban por cumplir con una norma social casi o en muchos casos sin conocerse, tal y como hacían las princesas de las películas, y ahora que ya no existen prácticamente en nuestra sociedad este tipo de conveniencias, donde la mujer elige dónde, cuándo, con quién y por qué, entonces presenta películas donde las protagonistas cumplen con estos requisitos. Eso se llama meterse al público en el bolsillo.
Desde luego, es adaptarse a los tiempos. Es absurdo que en los ´50 se tachara de machistas a esas películas, es ahora cuando debemos juzgar las que se hagan ahora según los cánones que tenemos. Por ello, creo que lo que se hizo en su momento estaba bien, y lo que se hace ahora, aunque de poquito en poquito, también está bien. Muchas gracias por opinar Goku.