Es una pena que no hayan ahondado en los tópicos que son comunes a todas las parejas con relación al sexo porque nos habría hecho mucha más gracia.

No se trata del conocido juego de los pulgares que practicamos aquí para decidir quién va a por el pan o friega los platos, totalmente inocente y por regla general indoloro.

Llegó el 2010 y el Estudio Ghibli volvió a sorprendernos con su capacidad para hacer grandes películas sin necesidad de enrevesados argumentos o acciones trepidantes.

Nuestras cosplayers han querido sobre todo mostrar el lado sensual y poderoso de Morrigan en una muestra plagada de erotismo.

Reino Unido dice que “no se reconocerá un cambio a un nombre que está sujeto a derechos de autor o marca comercial”

Julio ha sido un mes para Generación Friki en el que os hemos querido poner al día con novedades pero también daros ideas para que no os aburráis.

En principio, la condición indispensable para llevar con orgullo el disfraz de Khal Drogo es estar super cachas. no es discriminación, es que, si no, quedas un poco ridículo.

En God Bless América Joel Murray es la voz de la conciencia en una sociedad que se está tirando por el retrete cada día que pasa, y no sólo no se da cuenta, sino que tira de la cadena con mucho gusto.

Un sólido guión, unos estupendos actores como sólo pueden ser Jack Nicholson y Diane Keaton, humor sencillo y original, y las dosis correctas de picardía, ternura y moraleja.

Death Note es un clásico ya en las convenciones. ¿Quién no se ha cospleado alguna vez de Amane Misa? Eso sí, ir de gótica no da derecho a decir que llevas un disfraz de Amane Misa.

Ella piensa que tiene que ser alguien especial, y todo lo que hace refleja que el misterio, la aventura, la diversión y la locura pueden acechar en cualquier callejón.

aunque no te guste la ciencia ficción, sí que te gustará este libro puesto que su objetivo no es profundizar en las posibilidades de que haya vida extraterrestre ni de cómo sería nuestra vida en las estrellas;

Ivy es hija de aristócratas, por lo que todos sus trajes están impregnados de ese halo elegante, recargado, casi barroco, propio de su clase social.

Mil maneras de morder el polvo se ha quedado en un quiero y no puedo. Es una comedia, sí, pero recurre demasiado al caca-culo-pedo-pis y a la chabacanería como para convencer.

Aquellos que pensaran que ibamos a disfrutar otra vez de una Nancy Callahan agarrando una barra vertical que se lo piensen otra vez, porque esta vez Jessica Alba se va a parecer más a Lisbeth Salander, de Millenium, que a una cachonda striper.