DRAGON BALL SUPER: ¿puede una serie vivir de la nostalgia?

Si tienes ojos y oídos, y no has estado escondido debajo de una piedra durante las últimas décadas, probablemente te suene el nombre de “Son Goku”. La serie de animación de Dragon Ball se emitió por primera vez en 1986, y tanto ésta como Dragon Ball Z (su secuela) supusieron un paso de gigante para la exportación de la animación japonesa al resto del mundo. No os voy a soltar la chapa con el tema, pero creo que nadie se sorprenderá cuando digo que Dragon Ball es una de las obras manga mas influyentes de los últimos 30 años, marcando la tendencia del popular género shonen (historias centradas en combates) y despertando la pasión por Japón y su cultura en miles de niños, y no tan niños, alrededor del mundo.

Sabiendo esto, es más que comprensible que la expectación generada cuando se anunció el regreso de la obra magna de Akira Toriyama fuese enorme. No sólo se iba a continuar con la mítica historia de Dragon Ball Z, si no que esta vez sería el propio Toriyama el que estaría al frente del proyecto, casi nada. Por desgracia, el estreno de Dragon Ball Super fue de todo menos afortunado, y las críticas le llovieron por todas partes a una serie que parecía condenada al fracaso antes incluso de haber arrancado verdaderamente.

Dos años han pasado desde aquel accidentado estreno, y ahora que Dragon Ball Super ya no es noticia todo los días me he animado a salir de mi cueva para intentar arrojar luz sobre el asunto y discernir si el linchamiento sufrido por la serie fue justo o no y si, ahora que la trama ha avanzado de forma considerable, merece la pena que invirtáis vuestro tiempo en ella.

Como Toriyama siga añadiendo colores cada vez que Goku se vuelve más poderoso vamos a acabar con un protagonista de lo más pintoresco.

Antes de empezar merece la pena aclarar que todo lo mencionado en este artículo hace referencia a la serie de animación y no al manga, por lo que me limitaré a juzgar únicamente la obra de Toei Animation.

El argumento que espera el público

Como ya he dicho, Dragon Ball Super cuenta los eventos acontecidos después del final de la saga Bu de Dragon Ball Z: el monstruo Bu ha sido derrotado, y los guerreros Z se enfrentan a la complicada situación de encontrar un hobby que no consista en derrotar al villano de turno. Todas las batallas han sido libradas, sus enemigos han sido derrotados y los guerreros se las tienen que apañar como pueden en un mundo que ya no necesita ser salvado. Esta situación se ve interrumpida por la repentina aparición de Bills, el dios de la destrucción, y Whis, su alegre ayudante. Bills, que en apariencia no es más que un gato gigante caprichoso e infantiloide, resulta ser el ser más poderoso del universo y, aburrido tras una siesta de cientos de años, se presenta en la Tierra con el objetivo de encontrar un oponente con el que pueda entretenerse peleando.

Por supuesto Goku no tarda en responder al desafío del dios y la batalla que ambos libran no es sino el principio de una serie de eventos que abrirán todo un multiverso de desafíos para nuestros protagonistas… literalmente.

El párrafo anterior no es más que una pequeña sinopsis de los acontecimientos que dan comienzo a la serie pero, como podéis imaginar, y tras dos años en emisión, las cosas han avanzado bastante y no tendría ningún sentido que me pusiera a hablar de los pormenores de los cinco arcos argumentales que componen la serie.

Ahora bien ¿está el argumento de Dragon Ball Super a la altura del de la serie original?

Mucho se ha dicho al respecto, en su mayoría negativo, y cuanto más le doy vueltas al tema más difícil me resulta sacar algo en claro del aspecto argumental de la obra.

Por una parte esta el hecho de que las dos primeras temporadas no son más que un refrito demasiado largo y completamente innecesario de lo que ya habíamos visto en las películas La batalla de los dioses y La resurrección de Freezer, algo que no es más que una táctica cutre para dejar que avance el manga y así tener algo que contar, y que resulta totalmente estúpido cuando miramos la serie como un todo. Además también esta el tema del humor que, especialmente durante los primeros compases de la trama, resulta excesivo y cargante hasta decir basta. Es posible que este aspecto nazca de la intención de Toriyama de volver a las raíces del Dragon Ball original (que era más una comedia que un shonen) pero al final no consigue su propósito ni como homenaje ni como alivio cómico, cosa que creo podría haber sido muy diferente de haberse introducido este aspecto de forma más moderada; pero bueno, es lo que hay.

La animación ha mejorado considerablemente con respecto a los primeros episodios. Así, sí.

Por otra parte lo que sí hace bien la serie es funcionar como secuela de Dragon Ball Z, heredando de la misma una sencillez argumental que le sienta como un guante y que sólo se ve alterada por la nueva saga de Trunks del futuro en la que, ya sea con la intención de homenajear a DBZ o porque a Toriyama le gustan estas cosas, se nos vuelve a plantear una paradoja temporal bastante enrevesada que resulta la mar de divertida y refrescante. Aparte de eso, la tónica general de la serie esta muy en la linea de lo que ya vimos hace algunos años, con personajes y situaciones que aparecen un poco porque sí y que hacen que avance la trama a base de mamporros y sin pretensiones de ningún tipo.

Sin embargo, y a pesar de resultar ser terriblemente continuista, creo que el mayor acierto de DBS radica en la drástica ampliación del lore de un universo del que, si lo pensamos bien, no sabíamos prácticamente nada. Ahora sabemos que DB funciona como un multiverso, y que los diosecillos que vimos en el pasado están en el escalafón más bajo de una amplia jerarquía de entidades divinas a los que las vidas de los mortales les importan bien poco. Puede que la dirección que ha tomado Toriyama con todo el tema del multiverso guste más o guste menos, pero creo que si pretendes crear una secuela ampliar la mitología de tu obra supone algo básico, y esto DBS lo ha cumplido a la perfección.

Por el momento Bills y Whis han dado mucho juego. ¿Seguirá siendo así en el futuro?

Y aun así, es innegable que a DBS le falta algo para estar a la altura de su legado; puede que los momentos tan icónicos e irremplazables de la serie original sean sencillamente imposibles de reproducir, o puede que los espectadores hayamos crecido demasiado y seamos más difíciles de contentar que nuestras pequeñas versiones infantiles. ¿Cómo combatir el cinismo y el tedio de unos niños que se han hecho mayores casi sin darse cuenta?

En cuanto a la animación, no voy a entretenerme demasiado sobre un tema del que ya se ha hablado largo y tendido, por lo que solo diré que la mejora con respecto a los primeros episodios es más que obvia y que los últimos capítulos nos han regalado algunas escenas de una calidad incuestionable. Esperemos que se mantenga el nivel.

Entonces ¿deberíais invertir vuestro tiempo en Dragon Ball Super?

Bueno, si sois fans de la obra de Toriyama y visteis la serie en su momento no se me ocurre ningún motivo para que no le deis una oportunidad a un producto que sigue muy en la linea de lo visto en DBZ y cuya mayor diferencia con respecto a la obra original es la edad de los fans que la siguen. Por otra parte, si nunca has visto Dragon Ball y estas pensando en darle una oportunidad, creo que hay mejores obras en las que puedes invertir tu tiempo, aunque nunca es tarde para animarte con Dragon Ball Kai (revisión de DBZ sin relleno) y saber a qué viene tanto alboroto.

Dragon Ball Super

7

NOTA GLOBAL

7.0/10

Destaca en:

  • Ver la serie supone un ejercicio de nostalgia tan inevitable como satisfactorio.
  • Los dos últimos arcos argumentales, con paradoja temporal incluida.
  • La animación ha mejorado de forma considerable.
  • El lore del universo DB se ve expandido de forma dramática.
  • Bills y Whis son dos adiciones estupendas al elenco de personajes.

Podría mejorar:

  • El humor es tan excesivo como innecesario.
  • Los dos primeros arcos argumentales son un refrito de las dos últimas películas de la franquicia.
  • La falta de villanos carismáticos empieza a ser molesta.
  • Resulta menos icónica e inspirada que la serie original.

About Mr. Thanos

Mr. Thanos nació con un sable láser en una mano y el guantelete del infinito en la otra, adora el cine, los libros, comics , videojuegos, mangas y animes, si son gore mejor. Es recomendable no darle de comer a partir de las 12

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