STAR WARS. EPISODIO I. LA AMENAZA FANTASMA: jedis pixelados

Hoy llega a las tiendas Star Wars. Battlefront (PS4, XBOX ONE y PC) para seguir alimentando el hype por Star Wars. El despertar de la fuerza (2015). Estamos ante un shooter online de la saga galáctica más conocida de la historia del cine. Se trata de un juego del que se ha hablado hasta la saciedad por sus múltiples virtudes: buenos gráficos, una ambientación atractiva y una jugabilidad más que asequible. Seguro que triunfa y es un éxito entre los jugadores que son seguidores de Star Wars y, además, entre los que disfrutan de grandes batallas multijugador a través de Internet. Al igual que la comunidad de jugones ha esperado con ansias este título, hace la friolera de 16 años también esperamos con gran ilusión la salida al mercado de otro videojuego ambientado en la nueva peli de La Guerra de las Galaxias: Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma (1999) para PSX y PC.

Cada generación tiene una historia. Ésta es la mía

Es cierta aquella frase cuando los más mayores nos decían “los ciclos tienden a repetirse”. Lo que ocurrió en épocas pasadas, en mayor o menor medida, vuelve a producirse. Hace 16 años vivimos la vuelta a las salas de Star Wars, algo que parecía imposible. Es innegable que Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma (1999) no fue demasiado bien recibida entre los más puristas de la saga. Sin embargo, a nivel personal tengo que decir que fueron las tan “odiadas” precuelas las que no terminaron de engancharme a una saga que ya solía disfrutar en casa, de vez en cuando, gracias a mi hermano. Fue el Episodio I el que me hizo vibrar en el cine. Sé que estoy firmando mi sentencia de muerte con este comentario y puede que algunos dejéis de leer esta entrada pero tengo que ser honesto y sincero con mi memoria y con mis sentimientos. “Cada generación tiene una historia”. Viví con expectación y nerviosismo el estreno de aquella película y me volví un adicto de todo tiempo de información que caía en mis manos. Es por ello que ahora, 16 años después y con los avances en la comunicación como las redes sociales o la posibilidad de acceder a cualquier vídeo o foto de rabiosa actualidad, sea mucho más sencillo estar a la última. Es por ello que ahora, 16 años después, vuelvo a vivir con mayor fuerza el estreno de “Star Wars. El despertar de la fuerza”.

16 años después volvemos a sentir las mismas emociones.

Recuerdo con especial cariño un artículo en la revista Hobby Consolas en el que daban detalles de la película pero, sobre todo, del videojuego. En las páginas finales venía un concurso en el que se sorteaban juegos de PSX y naves Naboo Fighter entre todas las cartas que recibieran (sí, cartas y no emails) contestando correctamente a seis sencillas preguntas. Al cabo de unos meses, recibí una carta de la revista en la que me avisaban de que en un breve espacio de tiempo recibiría mi premio en casa. No sé si fue por la emoción de haber sido uno de los ganadores o porque la saga de La Guerra de las Galaxias se había ganado un hueco especial en mi corazón pero guardo con aprecio los recuerdos que me evoca este juego.

Un arma noble para tiempos más civilizados.

La empresa encargada del juego fue Lucas Arts que ya nos había regalado joyas de la talla de Indiana Jones y la última cruzada (1989), The secret of Monkey Island (1990) o Star Wars. X – Wing (1993), todos ellos en PC y con el paso de los años nos deleitaría con títulos como Star Wars. Knights of the Old Republic (2003), LEGO Star Wars. The Complete Saga (2007) o Star Wars. El poder de la fuerza (2008). Gracias a ella pudimos sumergirnos en el universo de Star Wars. Personajes y escenarios (con buenos detalles en el modelado para la época) llenaban este disco de las pinceladas de la magia que nos ofrecían las pelis.

Se trataba de un título de acción y aventura en el que se podía manejar a cuatro personajes (Obi Wan Kenobi, Qui – Gon Jinn, la Reina Amidala, y el Capitán Panaka) a lo largo de los mismos escenarios que visitábamos en la peli. Algunos de ellos se ampliaban más para aumentar la experiencia de juego. El uso de armas, así como de las habilidades, era muy similar porque todos podían controlar un blaster o un detonador termal pero sólo los dos Caballeros Jedi podían hacer uso del sable láser y del uso de la Fuerza. Del mismo modo, sólo Obi Wan Kenobi y Qui – Gon Jinn eran capaces de realizar un salto doble.

Es importante destacar que el hecho de contar con algunas de las canciones de la BSO creada por el maestro John Williams (a cargo de la música de la saga desde los inicios, a finales de los setenta) ayudaba a hacer más creíble la experiencia de juego. Otras melodías se crearon especialmente para el juego. Pero la guinda del pastel en el apartado sonoro era el doblaje de los personajes. Todas las voces eran las mismas de la película a excepción de Qui – Gon Jinn.

Si nos fijamos en el aspecto jugable, vemos que fue un juego con una sencilla y a la vez cuidada variedad de situaciones. Siempre se presentaba una escena de vídeo introductoria del nivel de turno y empezábamos a jugar en cada una de las pantallas. Durante el desarrollo de las fases, nos encontrábamos con misiones secundarias, como llevar a un niño con su madre o conseguir objetos para otros personajes, que le daban a la historia un toque de calidad y lograban eliminar la sensación de ser un “juego pasillero” por el que bastaba con avanzar. Además, Obi Wan y Qui – Gon podían hacer uso de la Fuerza una vez más para convencer a otros personajes y que les dejaran, por ejemplo, pasar a un lugar secreto. Otros de esos pequeños detalles eran los puzles que nos encontrábamos a lo largo de los niveles. Activar manivelas, bajar la presa de un río o buscar la forma de abrirle paso a un personaje eran algunas de las acciones que nos proponía la aventura. Si a estas misiones secundarias y puzles, les añadimos el desarrollo en sí mismo de los niveles, estamos ante un videojuego con una duración más que decente.

El miedo lleva a la ira. La ira lleva al odio. El odio lleva al sufrimiento.

Sin embargo, este juego también se vio seducido por reverso tenebroso de la Fuerza y cometió errores de forma. No nos extrañamos de los gráficos de este juego hoy día pero hace 16 años tampoco llegaban al nivel de los títulos de la época. Aunque juegos como Final Fantasy VII (1997) o Metal Gear Solid (1998) habían triunfado a pesar de sus gráficos en las escenas jugables de la aventura, Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma pecó en exceso de unos polígonos muy poco definidos y gran número de pixeles.

Otro elemento que nos causaba a los jugadores algún que otro quebradero de cabeza era la cámara, la cual estaba elevada y a la espalda de nuestro personaje para ver el escenario por el que avanzábamos. Era difícil maniobrar o planificar estrategias para conseguir nuestros objetivos. Los saltos de una plataforma a otra resultaban más complicados de lo que parecían. Por último, en el juego se echa de menos el poder pilotar una nave, ponerse a los mandos de un caza o de una nave de transporte y eludir el bloqueo de la federación de comercio.

Si nos ponemos a analizar los defectos con los que cuenta este juego, son exactamente algunas de las virtudes de las que presume Star Wars. Battlefront. Es interesante comprobar que a lo largo de la historia de los videojuegos de La Guerra de las Galaxias se ha puesto cuidado e interés en lograr un juego digno de las películas, de sus personajes, de su universo… En definitiva, de su magia. Puede que este Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma no reuniese las suficientes cualidades para ser uno de los mejores juegos de la saga que han salido en consolas (me consta que ha formado parte de la lista de los peores juegos de Star Wars), pero sentó unas bases sobre las que poder construir los cimientos de otros juegos como el que hoy tenemos la posibilidad de adquirir.

Videojuegos de Star Wars ha habido muchos a lo largo de la historia, como los que ya se han nombrado en esta entrada, pero yo guardo un recuerdo especial para esta entrega de PSX y PC. Me hizo blandir por primera vez un sable láser en los mandos de una consola y sentirme como un Caballero Jedi. No es el juego más bonito. No es el juego más largo. No es el juego más completo. Pero es uno de mis juegos favoritos de La Guerra de las Galaxias. Si alguno quiere comprobar por sí mismo si todo lo que he escrito es cierto, puede adquirir el juego en tiendas y portales de segunda mano a un precio que va desde los 13 a los 25 €.

Star Wars. Episodio I. La amenaza fantasma no pasará a la historia como un referente en los juegos de la saga pero cuenta con una ambientación, un doblaje y un desarrollo que bien hacen que sea un título a tener en cuenta a la hora de prepararnos para el estreno en cines de la nueva película el 18 de Diciembre: Star Wars. El despertar de la fuerza. Si queréis comprobar las historias sobre lo que pasó y saber si todas son ciertas, podéis empezar por este videojuego que a mí me abrió las puertas de una maravillosa y muy, muy lejana galaxia.

(7 / 10)