KINGSMAN. SERVICIO SECRETO: de Ni-ni a Gentleman

kingsman-sservicio-secreto-portada

De pelis de espías sucedáneas de las aventuras de 007 está el mundo lleno; raro es el año que alguna productora no se anima a traernos algo sobre espías con dardos tranquilizantes en los relojes y bolígrafos explosivos. 2015 es el año de Kingsman, dirigida por Matthew Vaughn, y que representa el enésimo refrito de elegantes agentes en traje y corbata pateándole el culo a un megalómano que construye su base en el volcán de turno.

En esta ocasión la situación quizá es algo diferente, ya que Kingsman. Servicio secreto está basado en un cómic de Mark Millar de similar nombre (The Secret Service) que salió hace un par de años y que tuvo un notable exito en EEUU, ese país donde el cómic aún es importante y culturalmente respetado, no como aquí donde conocer a Rompetechos y a Mortadelo es equivalente a ser un friki de las viñetas.

Harry Hart (interpretado por Colin Firth) es un respetado agente de la agencia de espías Kingsman que se siente en deuda con Eggsy/Gary Unwin (Taron Egerton) por la muerte de su padre mientras se adiestraba bajo su tutelaje. Así que, cuando en la agencia Kingsman queda un  puesto vacante, no duda en presentarle como candidato, cambiando su vida para siempre.

Mientras tanto Valentine (Samuel L. Jackson), un multimillonario, filántropo, excéntrico y emparentado de alguna manera con Steve Jobs, decide (de manera moralmente escandalosa pero pragmáticamente correcta) que somos muchos en la Tierra y que hay que hacer algo para que nuestra bonita y única esfera azul que nos da cobijo a todos no se vaya a tomar por culo, y nosotros con ella, claro. Así que pone en marcha un “malvado” plan, no para dominar el mundo, si no para salvarlo, a su manera, pero salvarlo al fin y al cabo.

Terminan de completar la plantilla Mark Strong, como Merlín, que es el cerebro de Kingsman, con un papel muy sólido y divertido; Mark Hamill, como Profesor James Arnold, aunque a nadie le importa porque todos vemos a Luke Skywalker y el genial Michael Caine haciendo de Alfred Lider de Kingsman.

Cosas buenas y cosas malas de Kingsman

Si por algo me ha gustado Kingsman es por el buen equilibrio que mantiene entre película de comedia de acción simpaticona y graciosa, mezclado con unas escenas de combate excelentemente grabadas (pero super crudas a veces, ojo a la escena de la iglesia) y ese malo que no es tan malo sino simplemente un tío que quiere arreglar el mundo como lo haría la mismísima naturaleza: sólo los más fuertes sobreviven.

El gran pero de todo el film se encuentra en el papel de Eggsy, el protagonista. Un Ni-ni que pasa los días haciendo el capullo sólo por que su padre murió y su madre se ha dado a la vida fácil, y que lejos de aprender algo de la situación y la vida, lleva más de veinte años dejando que las cosas fluyan, sin intervenir en nada y arrastrado por una situación a la que podría poner fin, pero que, o le da igual, o no sabe.

De repente aparece Harry, el agente de Kingsman y todo cambia; la actitud del protagonista da un vuelco en cuestión de horas y se destapa como un verdadero hombre de acción y coraje, aquel que todo soldado querría tener a su lado, un pastor alemán con aptitudes sobresalientes en todos los campos, pero que no ha podido ni querido arreglar su vida en todos estos años… incoherente… es quedarse cortos.

También tenemos a la chica de turno Gazelle (Sofia Boutella), que hace las veces de mujer florero adornando todo el film con una colección de poses monas y escenas intrascendentes que si elimináramos del largometraje este no perdería ni sentido ni consistencia, así que meh, ni siquiera hace chistes buenos.

kingsman-sservicio-secreto-1
“Un caballero no se identifica por su traje
sino por sus modales”

Visualmente la peli está a la altura, en ningun momento nos va a dejar deslumbrados con increibles efectos visuales, pero lo que hace lo hace bien: muchas secuencias en Bullet time algunas explosiones y detallitos por aquí y por allá que no destacan ni para bien ni para mal, simplemente cumplen su cometido.

Lo que no le puedo arrebatar a Kingsman es su capacidad innata de entretener, divertir y, si te gusta un poco el humor negro, hacer reír. La película está plagada de chistes y situaciones que saben sacarnos una sonrisa; las peleas, como he dicho antes, son tan contundentes y exageradas que de tan fuera de contexto que están con el tono de la película hacen tanta gracia como impresionan. También hay que alabar el fantástico ritmo de la película, que se divide en tres pequeños arcos muy bien definidos que nos mantienen con la mirada fija en la pantalla los 120 minutos. Mención especial para el final de la película, si Seth McFarlane la ha visto me lo imagino aplaudiendo de pie en medio de la sala, con lágrimas en los ojos y diciendo “Hollywood, ya no tengo nada más que enseñarte”.

Kingsman cumple sobradamente como producto de entretenimiento, no es la peli del año, pero son dos horas de buena diversión y con su pequeño mensaje de concienciación incluido. Soy de los que piensan que el cine existe en primera instancia para entretener a las personas, y en ese sentido Kingsman cumple con nota su cometido, quizá no llega mucho mas allá, pero ni le hace falta, ni lo pretende, ni lo necesitamos.

*Crítica de la segunda parte: Kingsman y el Círculo de Oro

Kingsman The Secret Service

8

NOTA GLOBAL

8.0/10

Destaca en:

  • Sus escenas de acción
  • Su humor, transgresivo y ácido

Podría mejorar:

  • Su argumento no es nada del otro mundo

About Adrian

Adrian Arribas es fundador de Generación Friki. Apasionado de los videojuegos, el manga y el cine desde la más tierna edad, también se encarga de redactar artículos para todas las secciones, aunque se centra especialmente en videojuegos, cine y eventos. Fuera de Generación Friki Adrian es desarrollador de software.

También te puede interesar:

PARASYTE: THE MAXIM: dos caras de una misma moneda.

Parasyte: The Maxim es un anime que explora de manera simbólica, cínica y humanista qué es lo que nos hace humanos.

LA CASA DE PAPEL BERLÍN: no todo vale en nombre del amor.

Berlín, la precuela de La Casa de Papel es una serie irregular hecha para el lucimiento del personaje interpretado por Pedro Alonso. Lástima que descuiden todo lo demás.

4 Comentarios

  1. Yo califico las películas en “la volvería a ver” o ” no la volvería a ver” y esta es del segundo grupo. No me ha gustado. No puedo decir que no sea entretenida, porque no es lo que aparenta, pero tanta violencia acaba hartando.
    Además el supuesto mensaje de concienciación de que “debemos respetar la tierra” creo que queda eclipsado por otro mensaje más contundente de que “la tecnología nos acabará matando”.
    Por otro lado, el malo para mí si es un malo de verdad. Primero porque va de sobradito queriendo salvar la tierra de su “cáncer” y habla de Noé, no olvidemos la escena de la iglesia…
    Y esto es un error garrafal porque si alguien acude a la Sagrada Escritura, uno encuentra que Dios hizo un pacto con Noe: nunca más Dios volvería a limpiar la Tierra de su “virus”.
    Además, de verdad alguien piensa que la solución de todos los problemas es volarlo todo por los aires?
    Pues eso, una peli rara, muy al estilo Tarantino.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Thumbnails managed by ThumbPress