JURASSIC PARK: dinosaurios en los 90

Queda ya lejos aquel 1993 en el que hacia su aparición la que sería uno de los taquillazos más sonados del cine del siglo pasado. Steven Spielberg sorprendió a propios y extraños con una película familiar basada en la no tan famosa novela de Michael Crichton “Jurassic Park” que rápidamente se convirtió en un fenómeno de masas, vendió muñecos, camisetas, videojuegos (algunos realmente memorables) y generó una bochornosa suma de dinero.

Pocas cosas se le pueden echar en cara a “Jurassic Park”  teniendo en cuenta el contexto en el que salió, rodeada por doquier de otras pelis fabulosas que hoy llamamos “el maravilloso cine familiar y de acción de los 90” con una lagrimita en el ojo. Y es que si bien la película, como la mayoría de las del género por la época, cometía un montón de errores de bulto y los one-line saltaban como palomitas en el microondas, no se puede negar que en cotas de entretenimiento y espectacularidad rozaba la excelencia.

Ya ha llovido mucho, y ahora, en pleno 2015 esperamos nada menos que la cuarta parte de la ya saga, que comenzó Spielberg en el 93. Los efectos digitales que en su día nos dejaron completamente perplejos a todos hoy son el pan nuestro de cada día, incluso en teleproducciones y series de segunda, y es ahora que el artificio no impresiona tanto, cuando nos sentamos a ver la ya veterana película de dinosaurios valorándola como simple cine y no como hito tecnológico.

Para los que nacisteis después del 93 y no tengáis tele, os puedo decir que “Jurassic Park” trata de como John Hammond (interpretado por el recientemente fallecido Richard Attenborough), un viejo multimillonario excéntrico que,  junto con su empresa “InGen”, consiguen devolverle la vida a los dinosaurios a través de ADN almacenado en mosquitos fosilizados en ámbar. Hammond decide que la mejor manera de sacar tajada de todo esto es montar un parque temático en el que los visitantes puedan ver a los resucitados dinosaurios en recreaciones de sus hábitats naturales. Para ello pide ayuda al paleontólogo Alan Grant (Sam Neill), a la paleobotánica Ellie Sattler (Laura Dern) y a Ian Malcolm “una estrella del rock”/matemático interpretado por Jeff Goldblum. Por supuesto, aparece Samuel L. Jackson, recurso necesario ya que ese sale en todas las pelis en las que se chafa todo. Y como es de esperar algo sale mal… fallan las alambradas… la luz se corta… vamos, que la lían parda y termina muriendo hasta el apuntador.

¿Ha aguantado bien “Jurassic Park” después de más de 20 años?

Me alegra que me hagas esta pregunta, letra cursiva, ya que me complace decirte así, a las claras, que sí.  “Parque Jurásico” ha perdido la capacidad de sorprender con sus efectos digitales, sí, pero su fotografía, sus fantásticos personajes, su mítica banda sonora y sobre todo, su perfecto ritmo narrativo siguen estando en lo más alto del cine de aventuras.

Sí que es verdad que algunos clichés de las pelis de los 90 están ahí y que ya no se llevan nada. Me han chirriado más que nunca las estúpidas escenas de la muerte de Dennis Nedry (Wayne Knight) y la fantasmada de los dinosaurios abriendo puertas y sobre todo los enormes fallos de documentación en todo lo que rodea a los dinosaurios.

Vale que había que poner las cosas fáciles, pero cambiarle el nombre a los Deinonychus por “Velociraptor” (o cambiarle la apariencia a los Velociraptors por la de Deinonychus, lo que prefiráis) es algo que pocos fans de los extintos pajaritos podrán dejar pasar, por no hablar de más de media docena de errores de este tipo menos acusados pero también escabrosos y fácilmente evitables.

También está la siempre presente vertiente de fans que critican a Spielberg por haber profanado el libro original de Michael Crichton, pero humildemente creo que película y libro, aunque comparten ideas y ciertos momentos en su desarrollo, son tan diferentes en tono y forma que no veo de qué manera la genial película de Spielberg puede sentar mal a nadie que haya leído el libro, ya que son diferentes y disfrutables de distintas maneras. Sin ir más lejos, el libro tiene un tono mucho más serio, oscuro y toca más temas científicos y morales que la película.

“Jurassic Park” es un film trepidante, divertido de principio a fin y que se mantiene tan fresco hoy como hace más de veinte años. Una opción infalible para pasar una buena tarde de cine y sin duda un verdadero clásico que no se sabe muy bien por qué, aún no está en ese altar reservado para los grandes, ya sabéis: “Regreso al Futuro“, “Indiana Jones“,  “Star Wars“, “Los Goonies“… pero que a mi entender con los años se le reconocerá su puesto entre las grandes estrellas del cine familiar.

(9 / 10)