BON ODORI DE MADRID 2015: tradición, comida japonesa… y mucha gente

Bon-Odori-PORTADA

El pasado domingo 12 de julio tuvo lugar la vigesimoprimera edición de la fiesta de baile japonés “Bon Odori” en el Colegio Japonés de Madrid. Esta danza forma parte de las celebraciones del mes del Obon, en el que los japoneses recuerdan a sus antepasados, y tiene como objetivo dar consuelo a los espíritus de los difuntos.

El evento abrió sus puertas a las 19:00, y ya entonces la fila para entrar abarcaba… ¡casi dos manzanas! Sin embargo, la eficiencia de la organización y la amplitud del recinto permitieron que el acceso de los asistentes fuese bastante dinámico. Como ya viene siendo habitual en este evento, las mayores filas se organizaron en primer lugar en torno a la venta de puntos (que se pagaban casi a la entrada del recinto y luego podían canjearse por comida o bebida) y a los puestos de comida japonesa a continuación.

Estos puestos eran gestionados por diversos restaurantes japoneses de Madrid y ofrecían una amplia variedad de productos típicos de los matsuri o festivales japoneses, entre los que destacaban los archiconocidos yakitori, pinchitos de pollo con salsa de soja dulce, los yaki-ika o calamares a la plancha y los kakigōri, helados a base de hielo picado y sirope de diferentes sabores… aunque en el “Bon Odori” sólo pudimos elegir entre pasta de judía roja y fresa, y nos habría encantado poder disfrutar de otros sabores clásicos como el yuzu o el té matcha.

Todo era muy auténtico pero, por desgracia, se quedaron cortos de cantidades un año más. A pesar de los altos precios de la comida y la bebida, ya se sabe que en verano y con tanto baile el hambre y la sed aprietan y, sin embargo, no había transcurrido ni media hora del evento cuando los okonomiyaki (tortillas japonesas rellenas de muy diversos ingredientes en función de la región de la que procedan) ya estaban agotados, ¡y casi una hora antes del cierre del evento no quedaba prácticamente nada!

Además de los puestos de comida, los asistentes pudieron disfrutar de otras actividades típicas que se situaban en una carpa a la derecha del recinto: no podían faltar el tradicional kingyo sukui, mi favorito, que consiste en pescar peces con una pequeña red de papel muy fino, o el yo-yo sukui, un juego muy similar en el que se pescan globos llenos de aire y agua con un anzuelo sujeto por una cuerda de papel, así como un castillo hinchable para los más pequeños que, siendo sinceros, no pegaba mucho con la temática del evento (y es que nos gusta que todo sea muy japonés en los pocos eventos del año en los que podemos disfrutar de esta cultura).

Con respecto a las actividades que tuvieron lugar en el escenario, habilitado en la zona central del patio del reciento, la fiesta se inauguró con el anuncio del Presidente de la Asociación de la Comunidad Japonesa de Madrid, Shigeru Onoda, y a continuación tuvo lugar el saludo del embajador de Japón en España, Kazuhiko Koshikawa, que gracias a su reciente cargo nos acompañó por primera vez en el Bon Odori madrileño. Acto seguido tuvieron lugar la primera exhibición de wadaiko a cargo de Keita Kanazashi, artista de tambores japoneses denominados taiko, y los bailes tradicionales preparados por los alumnos del Colegio Japonés de Madrid y la Escuela Complementaria Japonesa.

Y a las ocho y media, el plato fuerte: el inicio de los bailes Bon Odori divididos en cuatro categorías, Madrid Ondo, Tankobushi, Katsushika Ondo y Tokyo Ondo, en los que todos los asistentes estaban invitados a participar sin necesidad de conocimientos previos, ya que el círculo interior de la danza se componía de profesores y voluntarios que marcaban los pasos. En el descanso de los bailes, sobre las nueve y media, fueron anunciados los ganadores del concurso “Miss y Míster Yukata”, así como los del “Campeonato de kingyo sukui”, y asistimos a una segunda exhibición de wadaiko (tan animada como la primera, ¡Keita nos pareció incansable!) antes de que se reanudasen los bailes hasta la clausura del evento, a las diez y media de la noche.

En definitiva, se trató de una edición muy similar a la de años anteriores, si bien es cierto que la afluencia de tanto público generaba algunas incomodidades tanto a la hora de bailar como para consumir en los puestos de comida o realizar las actividades; nos encanta Japón, ¡pero no hay necesidad de que nos sintamos como en el metro de Tokio! En cualquier caso  estamos seguros que, de cara a futuros eventos, la organización será capaz de solventar este detalle que bajo ningún concepto logró enturbiar el ambiente de diversión, tradición y cultura japonesa que se vivió anoche en la capital.

Una galería con los bailes del Bon Odori

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About Aura

Aura es periodista, estudiante de literatura y presidenta de la asociación El Conejito Marginado. En sus ratos ocupados es también adicta a la lectura, apasionada de la cultura japonesa y proyecto de escritora. No sabe vivir sin ganchitos.

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Un comentario

  1. Gran debut para una japonista y librófila con unas dotes de redacción casi tan estupendas como su sonrisa.

    ¡Continúa sorprendiéndonos con tus artículos, princesa!

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