FUNDACIÓN: de cuando la ciencia se convirtió en religión

Fundacion-PORTADA

Es curioso que siempre he asociado a Isaac Asimov con ser un genio dentro de la ciencia, y un desastre como escritor. Ya sabéis, de esos que tienen ideas geniales, pero luego a la hora de expresarse parece que les hayan metido una batidora en el cerebro. Puede que sea así con sus obras más sesudas, pero la novela que hoy nos ocupa, Fundación (1951) forma parte del Asimov amante de la ciencia ficción, y su lectura, ligera, apasionante, divertida y llena de estupendas ideas, sólo puede hacerte desear leerte las otras dos partes de esta primera trilogía, también llamada “Ciclo de Trántor” o “La saga de las Fundaciones”, por mucho que cada libro sea autoconclusivo.

Fundación se sitúa en un Universo en el que los seres humanos se esparcen cual setas dejando trocitos de su saber de la forma más inexacta allá por donde van. Dentro del caótico y corrupto mundo existe un psicohistoriador llamado Hari Seldon (que es básicamente un friki de los gordos) que prevé más caos y destrucción en el ya decadente Imperio, a través de una ciencia fundada en el estudio matemático de los acontecimientos históricos. Cual chico listo, se las ingenia para crear dos Fundaciones, una a cada lado de la Galaxia, que preservarán todo el saber humano, para que cuando la guerra dé paso a la barbarie, esta se vea reducida en el tiempo.

Podría pensarse que preservar el saber humano para no volver a la Edad de Piedra tras una inminente guerra debería ser algo relativamente sencillo, pero Asimov nos presenta un Universo en el que las regiones externas, por simple situación geográfica, se hayan incomunicadas con las regiones internas, hasta el punto de que se llega a dudar de su existencia.

En sí mismo, es un argumento muy interesante puesto que pocos humanos podemos concebir a día de hoy que una persona en Australia desconozca que en México hay vida. Todos estamos localizados. Pero en un mundo en el que el ser humano en millones sobrepasa los dígitos que caben en mi calculadora, se esboza un interesante ejercicio de supervivencia. Por supuesto, los fuertes sobreviven, pero se plantea persistentemente que la idea no es sólo que sobrevivan, sino la calidad conque lo hagan. Al final, Tywin Lannister tenía razón, lo importante no es el individuo, sino el legado.

Y es ese legado lo que ha causado mi hilaridad a lo largo del libro, puesto que un científico de la talla de Asimov, humanista, ateo y racionalista, nos presenta un mundo en el que la ciencia llega a estar dominada por la religión…y es una religión prácticamente creada por científicos….para salvaguardar la ciencia. Es más, Asimov no se basa ni en la ciencia ni en la ciencia ficción para explicar la evolución de la humanidad, sino en la estadística y la historia. Al final, el poder de la guerra, el poder de la ciencia, el poder del comercio y el poder espiritual compiten en un mundo movido por los mismos intereses de siempre, pero contado de una manera diferente, a través de distintos personajes (Gaal Dornick, Salvor Hardin, Limmar Ponyets, y Hober Mallow), y a través de todos esos años de desequilibrio.

Todas las triquiñuelas que esconde la novela son propias no tanto de un científico como de un prestidigitador, pero Asimov nos las muestra dejando palpable su gran versatilidad. Por supuesto, la misma incluya también la preocupación de Asimov por el medio ambiente, la existencia de la energía atómica y los problemas políticos (ya se sabe, mismo perro, diferente collar), haciendo de “Fundación” una obra indispensable no sólo para los amantes de la ciencia ficción, sino de la literatura que siempre es algo más de lo que deja ver a simple vista. Al final, acabas sabiendo que estás bailando gustosamente como una marioneta, pero no sabes exactamente quién mueve los hilos.

9 out of 10 stars (9 / 10) [amazon_link asins=’849908320X,8497599241,8497599225,8497595017,8497594347,8497596765,B00BJ8KTBC,8467009322,8497933532,8497931416′ template=’ProductCarousel’ store=’generacionfri-21′ marketplace=’ES’ link_id=’a03f348e-0f39-11e9-946c-e51459a96c32′]

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II

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Un comentario

  1. Muy bien post.. Aunque dicen que no es el orden adecuado, he empezado con Preludio a la Fundación. Me ha gustado mucho.

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