Generación Friki
Si alguien me hubiera dicho que iban a escribir un cómic de El arte de la guerra de Sun Tzu habría pensado que porqué no perdían el tiempo de otra manera. Las enseñanzas de Sun Tzu son muy chulas, y para aplicarlas hoy en día al mundo empresarial o militar nos siguen valiendo, pero no se me habría ocurrido plasmar en una novela gráfica los principios claves de este estratega y filósofo para hacer este thriller futurista con tintes postapocalípticos. Al final de leer el cómic, con los ojos como platos, sólo pude decir de la obra de Kelly Roman y Michael DeWeese: “lo han conseguido, esos malditos hijos de puta lo han conseguido”.
La historia cuenta los intentos de Kelly por infiltrase en la organización de Sun Tzu, un cruel empresario que dirige los negocios chinos en el mundo desde la multinacional Trench, en la decadente Manhattan, para averiguar por qué murió su hermano Shane y quién lo asesinó. La sabiduría milenaria de Sun Tzu acompañan a Kelly a lo largo de su desgarradora historia de venganza en busca de paz interior y verdad.
Con un dibujo parco en detalles (aunque no tan parco que no sientas escalofríos de lo brutal que pueden llegar a ser las escenas), y un trazo bastante grueso y limpio, con líneas angulosas, los autores desgranan una historia que cuenta más por las imágenes que por los diálogos. Las máximas de Sun Tzu se insertan entre las viñetas para mostrar el porqué de las acciones de todos los personajes, así como los deseos subconscientes que habitan dentro de todos nosotros. Estas frases se escriben con color rojo, acentuando los momentos claves, y aligerando junto a los grises, la monocromía del dibujo. En cierto modo, seguramente os recordará a la novela gráfica de Sin City, en que los momentos claves eran salpicados con otros colores y, creerme, en “El arte de la guerra” vais a encontrar mucha sangre.
En un sólo tomo vais a descubrir una de las mejores novelas gráficas que he leído. Posiblemente necesitéis un revisionado para captar todos los matices de esta reinterpretación de El arte de la Guerra original, donde el realismo (ex convicto en busca de redención) se mezcla con la ciencia ficción cuando Kelly empieza a bucear en la mierda que impregna todo el mundillo en el que se adentra. Y ese mundo es sórdido, salvaje, violento y en la mayoría de los casos mortal. Lo que más fascina, sin embargo, es la unión de la decadencia con la civilización, en un equilibrio espectacular pero bastante cínico.
Las numerosas splash pages acentúan el intento de mostrar de un sólo golpe de vista la situación que se vive en ese momento, y el lector consigue con ellas sumergirse rápidamente en la tensión de la historia. Al igual que el protagonista, siente las mismas ansias de vencer de las que habla el general Sun Tzu y el peso de las acciones que conllevan sus decisiones. En mi caso, después de terminar de leer El arte de la guerra decidí ser mejor persona. Suerte a los que no creen en el karma.
El arte de la guerra
Destaca en:
- La mezcla de realismo y ciencia ficción
- La reinterpretación de la obra original
- La crudeza del dibujo
